lunes, 15 de mayo de 2017

LA BIBLIA PARA HOY

LA BIBLIA PARA HOY
INTRODUCCIÓN
Las Sagradas Escrituras son al discípulo de Cristo, lo que el agua es a los peces, o el oxígeno a los seres vivos, sin ella moriríamos. Pero, ¿qué significa la Biblia para ti? ¿Cuál es el lugar que le estás dando hoy las Escrituras, en tu vida y familia? ¿Dependes de la Palabra de Dios, para caminar en tu vida de fe?
ANÉCDOTA: En la población de Yu Yang, en la China Occidental, un joven compró un ejemplar del Evangelio Según San Lucas, en su dialecto chino. Cuando llegó a su hogar, durante tres días consecutivos estuvo leyendo ese Evangelio sin ayuda de ningún predicador u otra persona cristiana. Lucas se posesionó de su vida de tal manera que el joven chino hizo a un lado todo lo que le estorbaba para estudiarlo; y entretanto estuvo esperando alguna indicación de Dios para saber qué debía hacer. En eso llegó un misionero a la villa y el joven chino descubrió con gusto que las gentes de otros países también sabían algo de Jesús. Después, cuando el misionero Hsu Ming Chih encontró al joven chino descubrió que éste había aprendido de memoria el evangelio de Lucas; y, lo mejor de todo, lo había aprendido de corazón, pues estaba practicándolo.
Esto demuestra lo que puede hacer un solo ejemplar del evangelio. Cada vez que doy un evangelio creo que producirá un buen resultado.

1)    LO QUE ES LA BIBLIA.
Para describir lo que la Biblia debe ser para nosotros, usaremos algunas metáforas que muestran la función en nuestras vidas. Hay más metáforas, pero solo expondremos las siguientes.
a)    Es alimento para el hambriento.
Deuteronomio 8:3
Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.
Job 23:12  
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida.
Jeremías 15:16
Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
Mateo 4:4
El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
La Escritura es comparada con el alimento básico que todo ser humano necesita para sobrevivir, sin él moriría.
Si realmente vas a crecer como discípulo de Cristo, debes alimentarte diariamente de las Escrituras. Sin ellas estás muerto, espiritualmente; si solo dependes del culto o de la reunión de tu célula o grupo, estás débil e imposibilitado para enfrentar los desafíos que implica ser un discípulo de Cristo y listo para vencer las tentaciones y circunstancias que enfrentas.
b)    Es gozo y luz para el discípulo.
Salmos 19:8; 119:105; 130
(19:8) Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
(119:105) Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.
(119:130) La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.
Proverbios 6:23;
Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen.
Jeremías 15:16
Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
2 Pedro 1:19
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
Nuestra sociedad contemporánea se caracteriza por la fantasía de la satisfacción por tener cosas o aparentar, que lleva a las personas al engaño de creer que tienen alegría y gozo. Si se le suma, la gran oscuridad generalizada en todas los niveles de la sociedad, hace que vivamos en un mundo infeliz y en oscuridad.
¿Cómo enfrentan esta realidad los creyentes? Con las Escrituras, ella son el verdadero gozo para nuestras vidas y la luz que ilumina nuestro peregrinaje por este mundo.
Si la Biblia, viviríamos infelices y en oscuridad.
c)    Es Agua que limpia.
Efesios 5:26  
Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.
Los pecadores estamos manchados, al presentarnos delante de Dios. Solo a través de las escrituras es que podemos ser limpios y así, estar delante de Dios. Las Escrituras son el agua que, bajo la guía del Espíritu Santo, nos limpia constantemente para vivir para Dios.
d)    Es la Espada del Espíritu
Efesios 6:17b
La espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
¿Cómo vamos a defendernos, frente a nuestros enemigos? ¿Cuál es el instrumento de pelea que tenemos? La Biblia es cual espada, que usamos para luchar en este mundo. Con las Escrituras enfrentamos a Satanás, el mundo y a nuestra propia naturaleza. Sin ella, estamos indefensos ante sus ataques.
Respondiendo a nuestra pregunta del inicio, ¿qué significa para ti la Biblia? Podemos afirmar que la Biblia es nuestro alimento, gozo, luz, agua que nos limpia, y espada. ¿Así miras la Palabra de Dios?

2)    Disciplinas básicas para vivir por la Palabra.
Si la Palabra de Dios es alimento diario, luz en medio de la oscuridad, gozo en un mundo de dolor y tristeza, agua que limpia mis manchas pecaminosas y la espada del Espíritu para luchar con mis enemigos, ¿cómo podemos sacarle provecho a la Palabra de Dios, para que se esto en nuestras vidas?
El catecismo menor de Westminster, dedica dos preguntas (las preguntas N° 89 y N° 90) a la forma en la palabra de Dios es eficaz para salvar:
Pregunta N°89. ¿Cómo viene la palabra a ser eficaz para la salvación? El Espíritu de Dios hace que la lectura, y aún más especialmente, la predicación de la palabra, sean medios eficaces de convencer y de convertir a los pecadores, y de edificarles en santidad y consuelo por la fe, hasta la salvación (Nehemías 8:8; Santiago 1:21; Hechos 20:32; Romanos 15:4; II Timoteo 3:15).
Pregunta N°90. ¿Cómo ha de ser leída y escuchada la palabra para que se haga eficaz para la salvación? A fin de que la palabra se haga eficaz para nuestra salvación, hemos de prestarle atención con diligencia, preparación de espíritu y oración; hemos de recibirla con fe y amor, atesorarla en el corazón y practicarla en la vida (Deuteronomio 6:6,7; 1 Pedro 2:1,2; Salmo 119:11,18; Romano 1:16; II Tesalonicenses 2:10; Santiago 1:25).
Lo anterior nos indica que la única manera de que las Escrituras sean relevantes a nuestras vidas es a través de oír, leer, estudiar y orar (meditar) en la Palabra de Dios. Les compartiré tres disciplinas espirituales que fortalecerán tu relación con Dios, a través de las Escrituras.
a)    Escuchar la Palabra de Dios (Lucas 11:28; Romanos 10:17).
Lucas 11:28  
Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
Romanos 10:17  
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Básicamente, la obediencia implica escuchar la instrucción u orden y seguirla. Oír la Palabra es esencial para que vivas como discípulo de Cristo.
b)    Leer la Palabra de Dios (Mateo 12:3, 5, 19:4; Lucas 10:26; Hechos 8:30; Apocalipsis 1:3).
Mateo 12:3; 5; 19  
(12:3) Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre;
(12:5) ¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa?
(12:19) No contenderá, ni voceará, Ni nadie oirá en las calles su voz.
Lucas 10:26  
El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
Hechos 8:30  
Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?
Apocalipsis 1:3  
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
c)    Estudiar la Palabra de Dios (Esdras 7:10; Hechos 17:11).
Esdras 7:10  
Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.
Hechos 17:11
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

CONCLUSIÓN
Como se ha mencionado, esta congregación tiene como distintivo ser una congregación que proclama y demuestra el evangelio del Reino de Dios. Por lo tanto, estamos comprometidos en leer, enseñar, predicar y obedecer las Escrituras.
Por eso, cada domingo cantamos su Palabra, leemos textos bíblicos y dedicamos tiempo a la predicación expositiva de las Escrituras.

Ahora, cada uno de ustedes debería dedicar tiempo a oír, leer y estudiar la Palabra. En familia deben reunirse a leer diariamente la Biblia, como una disciplina que nos ayude ser mejores discípulos de Cristo.

martes, 9 de mayo de 2017

REPOSO DEL SEÑOR

REPOSO DEL SEÑOR
Texto: Hebreos 4:1-13
Introducción
¿Qué es descanso, reposo? ¿Será que el tenemos una idea de reposo como sinónimo de no hacer nada, de no trabajar, como una jubilación eterna? ¿Qué es lo que hemos aprendido en los capítulos anteriores?
Hasta el momento se ha enfatizado que en las Escrituras hay cuatro ideas sobre el significado del reposo de Dios (Sabbath):
1)       Es el sétimo día de la creación (o Sabbath) donde Dios reposó de toda su obra (Gn. 2:2; Heb. 4:4-6).
2)       La tierra prometida de Canaán, para el pueblo de Israel que salió de Egipto (Dt. 12:8-12; Salmo 95).
3)       Paz con Dios, mediante Cristo Jesús (Mt. 12:28; Heb. 4:1, 3, 8-11).
4)       Vida eterna futura con Cristo (Heb. 4:8-11).
Para los tratamientos de nuestro texto, los cuatro significados son integrados, para explicar la profunda necesidad que tienen los creyentes de reposar en Dios, dado los ejemplos históricos del descanso de Dios y la imposibilidad del pueblo de Israel de entrar en el reposo del Señor.
Eso nos servirá de ejemplo y exhortación, para tomar otra decisión diferente que nos lleve a fortalecer nuestra relación y comunión con Dios. La clave del peregrinaje de los creyentes, no es cómo se inicia en la fe, sino cómo terminamos. Recordar lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, nos motiva a seguir hacia adelante, para proseguir hacia la meta de llamado en Cristo Jesús.

I.            Temamos (vv. 1-3)
Por eso, mientras siga en pie la promesa de descansar con Dios, debemos tener cuidado. Sería una lástima que alguno de ustedes no pudiera recibir de Dios ese descanso. Porque nosotros oímos la buena noticia, igual que aquellos israelitas que salieron de Egipto. Sólo que a ellos no les sirvió de nada oírla, porque no creyeron en el mensaje.
(Pero) Nosotros, en cambio, los que sí hemos creído en la buena noticia, disfrutaremos de la paz y de la tranquilidad que Dios nos ha prometido. Pero a los que no creyeron, Dios les dijo: «Por eso, ya enojado decidí: “No voy a permitirles entrar en la tierra prometida, donde los haré descansar.”» Dios dijo esto, refiriéndose a su descanso cuando terminó de crear el mundo. (TLA)
a)       ¿A qué? A tener la promesa de entrar en el reposo y no entrar.
b)       El pueblo de Israel escuchó el anuncio de la Palabra del Señor, pero no entraron por no tener fe.
c)       Lo que hemos creído (tener fe en la palabra de Dios) entramos en el reposo.
Aplicación:
¿Qué tenemos que aprender? Evidentemente, este texto nos lleva a reflexionar sobre nuestro caminar en el Señor, si al escuchar la Palabra de Dios, la acompañamos de fe para seguir al Señor. Sigue la misma exhortación, a no ser oidores olvidadizos; que oyen semanalmente o diariamente, la Palabra de Dios, pero no la obedecen en fe. Eso hace que no disfrutemos de la paz y la tranquilidad de lo que significa vivir bajo la sombra del omnipotente Dios.

II.            Evidencia bíblica (vv. 4-9)
Porque en alguna parte de la Biblia se habla así del día sábado: «En el séptimo día Dios descansó de todo su trabajo.»  Y en cuanto a este punto, vuelve a decir: «Ustedes jamás entrarán en mi lugar de reposo.» Los primeros en oír la buena noticia desobedecieron a Dios, y por eso no pudieron recibir su descanso. Pero la promesa de Dios sigue en pie, porque él nos dio una nueva oportunidad, como lo dijo por medio de David en el pasaje de la Biblia, que ya mencionamos: «Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tan tercos.» Si Josué hubiera podido hacer que los israelitas descansaran realmente en paz y tranquilidad, Dios no habría hablado de otra oportunidad. Pero todavía esperamos el día en que nosotros, el pueblo de Dios, recibiremos el descanso que Dios nos ha prometido (TLA).
a)       El descanso de Dios.
El teólogo holandés, Bavinck escribió lo siguiente sobre el descanso de Dios, después de su obra de creación:
“Cuando Dios completó la obra que había hecho al séptimo día, Él descansó al séptimo día de toda su obra (Gén. 2:2; Éxo. 20:11; 31:17). De esta manera la Escritura describe la transición de la obra de creación a la de preservación. Como la Escritura también aclara (Isa. 40:28), este descanso no fue ocasionado por la fatiga, ni consistía en que Dios estaba por allí haciendo nada. El crear, para Dios, no es trabajo, y el preservar no es descanso. El “descanso” de Dios únicamente indica que Él cesó de producir nuevas clases de cosas (Ecle. 1:9,10); que la obra de la creación, en el sentido limitado y verdadero de producir cosas de la nada (productio rerum ex nihilo), había terminado; y que Él se deleitaba en su obra completada con satisfacción divina (Gén. 1:31; Éxo. 31:17; Sal. 104:31).”[2]
El descanso de Dios es el disfrute de su obra creadora, el deleite que Dios tiene en ver su creación desarrollarse y alcanzar el designio para la cual fue creada.
¿Por qué Dios se deleita en su obra creadora? En su libro, Los Deleites de Dios, el pastor John Piper nos da cinco razones por las que Dios se deleita en Su obra creadora. Dios se regocija en sus obras porque:
        1)       Estas son una expresión de su gloria.
        2)       Ellas lo alaban.
        3)       A través de ellas se revela su sabiduría.
        4)       Ellas revelan su poder incomparable.
        5)       Ellas nos conducen más allá de sí mismas. Nos conducen a Dios.[3]
b)       Entrar en el reposo con Dios.
Aquí está la invitación, de entrar en el reposo con Dios, para admirar Su obra. Hay una escena en la película el Rey León, donde el rey de la planicie Mufasa lleva a su hijo, Simba para que admiren sus dominios[4], están admirando su reino. Eso mismo quiere el Señor que entremos con Él en Su reposo, que admiremos su obra.
La generación que salió de la esclavitud de Egipto, no entró en el reposo (admirar la obra de Dios) en la tierra de Canaán, porque fueron desobedientes. Ese es el peligro que podemos correr, si en vez de admirar lo que Dios hizo y está haciendo, seamos desobedientes a Su santa voluntad.
En el versículo 9, aparece una palabra: “reposo”, que viene de la palabra griega sabbatismos (σαββατισμός, G4520), observancia del día de reposo. Se utiliza en Heb. 4.9: «un reposo» (RV, RVR, RVR77; VM: «descanso»; LBA: «reposo sagrado»; NVI: «un día de reposo»; relacionado con sabbatizo, observar el día de reposo, utilizado, p.ej., en Éxo. 16:30: “Así el pueblo reposó el séptimo día”, y que no aparece en el NT. La observancia del día de reposo que aquí se menciona es el reposo eterno que los creyentes gozarán ininterrumpidamente en su comunión con el Padre y el Hijo, en contraste con el día de reposo semanal bajo la Ley. Debido a que este reposo sabático es el reposo del mismo Dios (Éxo. 4:10), su pleno goce es aún futuro, aunque los creyentes ya entren en él ahora. Sea cual fuere la forma en que entren en el reposo divino, aquello que disfrutan está incluido en una relación indisoluble con Dios[5].
Aplicación:
Para el autor de la carta, ese peregrinar de los israelitas hacia el descanso de la tierra prometida sería, en la intención de Dios, “figura” de otro descanso más noble y elevado ofrecido a todos los seres humanos, aquel del que El mismo goza desde la creación del mundo y que ciertamente conseguiremos si permanecemos firmes en la fe en Jesucristo.
Esta es la invitación que se nos hace, deleitarnos (reposo) en lo que Dios se deleita. ¿Te estás deleitando en lo que Dios ha hecho y está haciendo en tu vida? ¿Estás listo para vivir en obediencia a Dios y admirar su voluntad en ti?

III.            Esforcémonos (vv. 10-13)       
En ese día, el pueblo de Dios descansará por fin de su trabajo, así como Dios descansó del suyo. Por eso, hagamos todo lo posible por obedecer a Dios, para que en ese día recibamos su descanso. No sigamos el ejemplo de los que no creyeron la buena noticia. Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La Palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos. Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él, pues Dios puede verlo todo con claridad, y ante él seremos responsables de todo lo que hemos hecho.
Esa es la exhortación, hacia eso va la historia el gran descanso de Dios, donde todo entrará en el reposo eterno. Pero, solo los que obedecen a Dios, podrán recibir ese descanso. Ahora, se requiere de una gran honestidad para hacer una revisión constante y se requiere de la palabra de Dios, la cual es la base sobre la que debemos examinarnos, para recibir ese poder y la vida que tiene.
Porque ella (la Palabra de Dios) es poderosa para cortar y discernir (examinar) los pensamientos y más profundos deseos del corazón. No podemos ocultarnos de la mirada de Dios, y debemos aceptar la responsabilidad de nuestros actos. Solo así, podremos vivir en el reposo del Señor, diariamente.
Aplicación
¿Estás listo para esforzarte? No para salvarte, porque la salvación es la obra de la gracia de Dios. Pero, una vez que eres salvo, debes esforzarte en caminar en obediencia con Dios, para entrar en ese descanso prometido, que puedes disfrutar en esta vida, y que será realidad en la gloria eterna.

Conclusión
¿Qué se necesita para entrar en el reposo del Señor? ¿Qué debes hacer, como discípulo de Cristo?
1)       Oír la Palabra de Dios con fe.
2)       No ser desobediente a la Palabra del Señor.
3)       Esforzarte por seguir adelante, permitiendo que la Palabra de Dios escudriñe tu vida.
4)       Deleitarse en la obra de Dios, descansar en que Él está actuando en tu vida, aunque no lo percibas.


[1] Sermón predicado el domingo 19 de marzo de 2017, en la Iglesia Ministerios Centro Cristiano de Cartago.
[2] Tomado de http://contra-mundum.org/castellano/libros/dogmatica/PrincipioA07.pdf, revisado el sábado 18 de marzo de 2017.
[3] (Piper, 2006, págs. 92-106)
[5] (Vine, 2000)

martes, 2 de mayo de 2017

LA MISERICORDIA DE DIOS EN NOSOTROS

Texto: Marcos 5:24-34.
INTRODUCCIÓN
Las tragedias pueden venir en cualquier momento, sin que lo agendamos o lo preveamos. Solo nos pasan. Solo es cuestión de leer los periódicos o ver las noticias, para darnos cuenta de las tragedias que están pasando: asesinatos de niños por parte de adultos cercanos, gobiernos oprimiendo a su propio pueblo, una empresa despide a más de mil empleados, los volcanes nos tienen preocupados, la violencia familiar a la vuela de la esquina de nuestro barrio, el diagnóstico de una enfermedad que se desconocía, y otras situaciones más.
¿Qué haces ante esto? ¿Cómo enfrentas esto? Es aquí donde nos encontramos sin ninguna salida, y qué tal si se suman muchas situaciones. ¿Y dónde está Dios? ¿Cómo puede intervenir Él, en nuestra realidad? ¿Cómo puede Dios, darnos su misericordia de Dios, a pesar de las circunstancias que enfrentemos?
La historia que se narrar en el Evangelio de San Marcos, es un relato de la realidad de la humanidad; es un relato de lo que nos pasa a cada uno de nosotros, es un relato de nuestra propia vida. Este relato nos ayudará a comprender cómo la historia de vida difícil de ésta mujer, es sorprendida y cambiada al recibir la misericordia de Dios.
Describiremos el relato en cuatro escenarios, que nos acercarán a la comprensión del texto y contextualizarlo con nuestra realidad contemporánea.
1)      Primera Escena: Bancarrota espiritual e imposibilidad para hacer algo.
“Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor” (vv. 24-26).
La mujer tiene una realidad muy difícil, y no puede hacer nada para cambiarla. ¿Qué dice el texto sobre la realidad de esta mujer?
a)      Enferma desde hace 12 años. Tiene mucho tiempo de padecer una enfermedad, que no solo la está demacrando física, sino social, moral y religiosa.
b)      Mucho sufrimiento de los médicos (o mata sanos). En una época donde la ciencia médica está dando sus primeros pasos, los pacientes sufren mucho por la prueba y error de los diferentes tratamientos que se aplicaban, y en muchos casos, las personas morían más por los medicamentos que por la misma enfermedad. Ella estaba sufriendo mucho por la forma en que se le está tratando su enfermedad.
c)       Perder todos sus recursos. El texto no dice que era rica, pero se puede suponer que sus recursos se agotaron, debido a la inversión en buscar una cura. Ya se quedó sin nada. Ahora está enferma y en la miseria.
d)      Ser discriminada social y religiosamente por su enfermedad: flujo de sangre. En la época del N.T., cualquier flujo de sangre era considerado a la persona, como inmunda y, por lo tanto, no podía participar de las actividades litúrgicas públicas ni estar en el templo. Esta mujer está enferman, en miseria, sufriendo y era discriminada hasta por su sistema religiosos. ¿Será que está pensando que Dios la ha abandonado?
e)       Lo había intentados todo e iba de mal en peor. Una forma bíblica de describir la situación de la mujer es de mal en peor. En buen tico: “solo falta que lo orine un perro”. ¿Qué más le puede pasar a esta mujer?
¿Le suena algo parecido? Ella tuvo que aceptar la realidad en la que se encontraba. Tuvo que enfrentarse a algo que los seres humanos no aceptamos, que no tenemos el control de nuestra realidad y no puede cambiarla. Esa es la peor de las tragedias humanas. No tenemos el control de nuestra realidad: somos pecadores e imposibilitados para hacer algo.
Aplicación. Lo que esta mujer está pasando describe perfectamente, la realidad de toda la humanidad: no tenemos el control de nuestra realidad, incluyendo la realidad espiritual y relacional con Dios.
Estamos más que enfermos, estamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1); si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia, y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento (Isaías 64:6); por cuanto todos pecamos, y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23); no hay justo, ni aun uno, no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios, todos nos desviamos, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno (Romanos 3:10-12). En otras palabras, estamos en bancarrota espiritual.
Esa es la realidad que a Biblia registra y que la experiencia nos pinta. ¿Y cuál es tu realidad? ¿Cómo evaluarías tu vida delante de Dios? ¿Cómo puedes recibir la misericordia de Dios? La mujer de nuestra historia fue honesta y sincera, reconoció que estaba mal y que solo le quedaba una única solución, una que no estaba en sus manos; implicaba confiar en Dios, y esperar su misericordia y santa voluntad.
2)      Segunda Escena. El reconocimiento de que solo Jesús es el único que puede salvarla.
“Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote” (vv. 27-29).
¿Qué hizo esta mujer? El texto nos dice que oyó, (decía), vino y tocó. En estas acciones, descubrimos la fe de esta mujer, que la llevó a Jesús. Esto implica arrepentirse de seguir intentándolo a su manera y confiar en Jesús. Así es como avanza en si camino de fe.
a)      Oyó. La fama de Jesús se difundía por todos lados. En los capítulos previos, se describe varios milagros hechos por Jesús:
                    i.            Sana a un paralítico en Capernaum (2:3-12)
                   ii.            Sana a un hombre de la mano seca (3:1-6).
                 iii.            Ha sanado a muchas personas, incluyendo a endemoniados (3:10-12).
                 iv.            Libera al endemoniado gadareno (5:1-20).
Algo de esto debió haber escuchado, Jesús salva a los enfermos y atormentados. Eso alimentó su esperanza. Ya no tendría que ir a buscar el próximo médico con la última cura de su enfermedad. Ella acudiría al Mesías, al Salvador, el único que puede convertir la esperanza en realidad.
b)      Decía. Lo que oyó se convirtió en fe: “si tan solo lo tocaré, el manto, seré salva”. Su incipiente fe, fue suficiente para creer que con solo un pequeño toque era suficiente para ella. Así que alimentó su fe, con todo lo que decía de Jesús, para convertirlo en una esperanza para ella.
c)       Vino y lo tocó. Ahora dio el paso de fe, fue hacia donde estaba Jesús. Lo encontró, se acercó y tocó su manto. No le importó los obstáculos, los prejuicios que las personas tenían hacia ella, ni lo que otros pudieran decir. Lo único que le importaba era acercarse a Jesús y tocar su manto. Eso fue suficiente, para recibir su salvación.
Aplicación. Las Escrituras dicen que: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Eso es lo primero que debes hacer oír la Palabra de Dios, es la única que te puede dar fe y alimentar tu fe, para creer completamente el Cristo Jesús como tu único salvador y redentor. Estos son algunos de los textos que quiero que oigas y es mi oración, que produzcan fe en tu vida:
“Para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:15-16)
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36)
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (Hechos 2:38-39)
Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado” (Romanos 10:8-11).
¿Seguirás el ejemplo de la mujer, luego de oír la Palabra, para acercarse a Jesús? ¿Cómo puedes recibir la misericordia de Dios? Te invito a que hagas de Jesús el Señor de tu vida, que vengas a Él y te rindas completamente ante su señorío. Solo así recibirás de Él su misericordia y amor.
3)      Tercera escena. Al recibir el milagro, le siguió la obediencia a Jesús.
Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.  (vv. 30-33).
El milagro de la mujer no es suficiente para Jesús. Al darse cuenta de que se había dado este milagro, hace una extraña y retadora pregunta: ¿Quién ha tocado mis vestidos?
¿No tenían razón los discípulos al decirle que todo el mundo lo aprieta y que son muchos los que están tocando sus vestidos? ¿Por qué le interesa tanto a Jesús saber quién lo ha tocado? ¿Acaso no sabe Él quién ha tocado sus vestidos? Él solo esperaba la reacción de aquella persona, sobre el que se había dado el milagro.
Por otro lado, la mujer no lo puede creer, ¿cómo sabía Él que le había tocado el manto? Si el milagro sorprendió la vida de esta mujer, la declaración de Jesús la maravilló mucho más, al punto de temer más. Ella podía irse, sin delatarse; al fin de cuentas, nadie sabía quién había sido. Pero, a su fe, siguió la obediencia a Jesús, respondiendo a la pregunta de Jesús. Se acercó y le contó todo, dio testimonio de su enfermedad, sufrimiento y el milagro otorgado por tocar el manto de Jesús.
Aplicación. La obediencia es característica de una persona en la que se ha manifestado el don salvífico de Dios. ¿Quieres probar tu fe en Dios? Solo mide tu obediencia a Dios.
Ahora, te pregunto: ¿Cómo puedes recibir la misericordia de Dios? La respuesta es siendo obediente a la Palabra de Dios. Porque una vida de obediencia es la respuesta a la salvación de Dios.
4)      Cuarta Escena. Escuchar la voz de Jesús, para relacionarse con Él.
“Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote” (vv. 34).
Posiblemente, la mujer esperaba un regaño o una serie de consultas de las razones de por qué lo hizo, incluso podía esperar palabras de desprecio o discriminación. Pero, en su lugar escuchó las más hermosas palabras de parte de Jesús: “Hija”. Aquí Jesús establece un lazo relacional con ella. Ya no es una desconocida ni una discriminada; ahora tiene una relación personal con Jesús.
Otra de las cosas que hace Jesús, es afirmarla en su confianza en Dios: “tu fe (confianza en mí) te ha hecho salva”. No es por esfuerzos humanos ni iniciativa alguna, que una puede encontrarse con Dios; requiere de la fe en Cristo Jesús: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).
A partir de ese momento, esta mujer ya no vivía atada por el azote de su enfermedad; su vida se caracterizaba por la paz, obediencia y fe en Cristo Jesús. Ella tiene una nueva vida, que va a compartir con sus conocidos.
Jesús no está interesado en hacer milagros y señales poderosos en tu vida; Él quiere una relación personal contigo, como Señor y Salvador. Como bien lo dijo Job: “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven” (42:5). Jesús quería mirar cara a cara a esta mujer, hablarle y que recibiera el verdadero milagro, la misericordia de Dios en ella. Dios relacionándose con ella.
Aplicación. Todos queremos una nueva vida, una nueva oportunidad, queremos tener una experiencia de paz en todo lo que vivamos. Pero, ¿estamos dispuestos a seguir el camino que transitó esta mujer, para recibir de Jesús una nueva vida y paz?
Esto es lo que las Escrituras dicen con respecto a todos los que se someten su vida a Cristo Jesús:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 2:17).
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).
Solo si estás en Cristo Jesús, que significa que tienes una relación personal con Él, como Señor y Salvador, tendrás una nueva vida y la paz de Dios.
 CONCLUSIÓN
¡Ahora te toca a ti! ¿Qué vas a hacer?
Para los que tienen tiempo de ser discípulo de Cristo: Arrepentimiento, fe y obediencia deben ser las características de tu vida en Cristo. No permitas que las circunstancias te aparten del camino de Señor, ni bajen tu confianza en Dios. Que la experiencia diaria, no te impida seguir adelante en tu relación con Dios.
Para que la experiencia diaria de vivir en una relación con Dios, te aconsejo lo siguiente:
Lee las Escrituras, para obedecerlas.
Ora diariamente, para fortalecer tu comunión con Dios.
 Agenda el tiempo para el proceso de discipulado y congregarse semanalmente.
Si te has identificado con la realidad de esta mujer; Jesús está aquí caminando en medio de nosotros: ¿Reconocerás tu realidad, que estás muerto en delitos y pecados? ¿Tendrás fe para arrepentirte de tus pecados y confiar en Jesús, como el único que puede salvar tu vida? ¿Estás dispuesto a vivir en obediencia a la Palabra de Dios y edificar una relación diaria con Jesús?

SERMONES DE PEDRO

INTRODUCCIÓN En los anteriores sermones se ha explorado la forma en que los discípulos de Jesús se desarrollaron como una comunidad unid...