lunes, 2 de septiembre de 2013

LA BIBLIA, LA GENEROSIDAD Y LOS BIENES

Lic. Maynor Agüero Obregón
INTRODUCCIÓN
Vivimos en un tiempo regido por un sistema económico basado en el consumismo, el capitalismo darwiniano, el individualismo, el éxito rápido, y la pérdida de los principios del trabajo honesto. Esto provoca que muchos de nosotros tengamos ideas errada de cómo debemos comprender los recursos y el dinero, junto con la forma en que debemos utilizarlos.
Lo que vamos a tratar es describir lo que sería un entendimiento bíblico de lo que son y cómo utilizar los bienes que Dios pone a nuestra disposición. Eso nos ayudará a no caer cautivos de las mentiras, con las que Satanás está esclavizando al mundo. El sistema económico bíblico es el que se basa en la fe en un Dios sobrenatural, que interviene en las vidas naturales de sus hijos. La fe es esencial, para vivir de acuerdo a los patrones bíblicos para servir a Dios y al prójimo, con nuestros recursos.

I.              ¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE LOS BIENES? ¿PARA QUÉ LOS CREÓ DIOS?
Tenemos que afirmar que todo le pertenece a Dios, debido a que Él es el creador de todo
Génesis 1:1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Salmos 24:1. De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.
Así que debemos encontrar el punto de partida bíblico para el uso correcto de los bienes que Dios ha creado. Y como creador, todo le pertenecen a Él; los recursos, los bienes, todo lo que se produzca con ellos, la vida de cada persona y lo que tienen. Todo eso es del Señor.
Idea Clave 1: Todos los bienes le pertenecen a Dios.
Uno de los textos más significativos es Génesis 1:29-30: “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer” (Comparar con Génesis 9:3; Salmos 104:14-15).
Génesis 9:3. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.
Salmos 104:14-15. El hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre, Sacando el pan de la tierra, y el vino que alegra el corazón del hombre, El aceite que hace brillar el rostro, Y el pan que sustenta la vida del hombre.
Aquí se establece que estos bienes creados, van a servir para alimentar a los seres humanos. Por lo tanto, son entregados a la administración responsable de los seres humanos, para que suplan sus necesidades, mientras cuidan el orden creado. La humanidad es mayordomo de todo lo creado.
Idea Clave 2: Él los confía a la humanidad, para que seamos mayordomos, y debido a una sabia administración de los bienes y recursos, satisfacemos nuestras necesidades básicas.

II.            ¿QUÉ ES EL DINERO Y CÓMO DEBE USARSE, BÍBLICAMENTE?
Ahora, la humanidad ha desarrollado todo un sistema de trueque, para poder administrar e intercambiar los diferentes bienes y recursos. De ahí es donde sale el dinero, el cual se pude definir como un medio de intercambio o trueque. A través de la historia, ha habido muchos medios de intercambio, desde semillas hasta metales preciosos; llegando a lo que se conoce, actualmente, como papel moneda, que existe alrededor de todo el mundo.
En las diferentes épocas en que se desarrolla la historia bíblica, el dinero ha sido el peso en oro o plata, según el momento y la cultura. Pero, ¿cuál ha sido su uso prioritario? En Génesis 17:12, está un pasaje donde se encuentra por primera vez, el término dinero. “Todos los varones de cada generación deberán ser circuncidados a los ocho días de nacidos, tanto los niños nacidos en casa como los que hayan sido comprados por dinero a un extranjero y que, por lo tanto, no sean de la estirpe de ustedes”.
En hebreo késef (כֶּסֶף, H3701), es la palabra que se traduce como dinero, significando plata y por implicación dinero, precio[1]. El contexto del pasaje es la entrega de la promesa del pacto, a través de la señal de la circuncisión. Dios le dice a Abraham que toda persona que es circuncidado entre a formar parte del pacto y el pueblo de Dios, no solo los que son descendientes de Abraham. Aquí tenía Abraham una oportunidad para utilizar su dinero (o recursos), para incluir a más personas compraban como sirvientes, para ser miembros del pacto. Es interesante que uno de los usos del dinero, según este pasaje, es que se utilice para que otras personas sean incluidas en el pacto. Es una forma de evangelizar con nuestros recursos, al financiar la obra de Dios, a través de las iglesias locales.
Idea Clave 3: Nuestros recursos (posesiones, bienes, tiempo, incluyendo el dinero), debemos utilizarlos para la extender el Reino de Dios, en este mundo.

III.           ¿QUÉ DICE LAS ESCRITURAS SOBRE LA GENEROSIDAD?
Podemos encontrar mucho sobre el dar generosamente; pero, siempre enfatizando la actitud con que se da. La generosidad inicia con la disposición interna a dar voluntariamente. Así es como Dios lo dice: Habla con los israelitas y diles que me traigan una ofrenda. Pero no los obligues a dar nada. Quiero que su ofrenda sea voluntaria y de todo corazón(Éxodo 25:2, TLA).
Es claro que la verdadera generosidad viene de un corazón que se ha dispuesto a dar voluntariamente, para el Señor. Esa debe ser la misma actitud, para cuando somos generosos para con otros, en necesidad. Hay que agregar que debemos ser generosos en todo tiempo, como el sabio Salomón lo escribió: “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle” (Proverbios 3:27-28).
Es más, las personas que son generosas siempre tendrán para dar, “En todo tiempo tiene misericordia, y presta; y su descendencia es para bendición” (Salmo 37:26)… “Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado” (Proverbios 11:24-25). Hay una clara relación entre la verdadera prosperidad y la generosidad. Toda persona que es generoso, tendrá más para dar, porque Dios le da de sus recursos, para que los pueda dar a otros que lo necesitan. Este es el principio básico de lo que es un mayordomo. Un mayordomo es el que administra la casa y cuida de las necesidades básicas de otros, siguiendo las instrucciones del señor o amo.
No es cuestión de la cantidad con la que se da, sino es la disposición a dar, como bien lo señaló Pablo, de las iglesias de Macedonia; que siendo pobres, abundaron en generosidad para dar, aún en medio de su escasez. “Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios” (2 Corintios 8:1-5).
Nadie es tan pobre que no tenga nada para dar; ni nadie tan rico, que no tenga nada para recibir, por eso hacemos nuestra la afirmación paulina: “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios” (2 Corintios 9:6-11).
Y la promesa que se recibe por dar generosamente, a los pobres es esta: “A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar” (Proverbios 19:17)… “El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indigente” (Proverbios 22:9). Es claro que una vida de generosidad, trae mejores resultados que no hacerlo. Se requiere de fe, para confiar en que Dios nos proveerá, a pesar de nuestra escasez, pero nuestra disposición a ser generosos con otros en mayor necesidad.
Idea clave 4: Dios prospera a las personas, que por fe, que tienen como norma ser generosos con otros en necesidades materiales y espirituales.
Si todo lo pertenece a Dios, Él nos hace partícipes de su Reino, al darnos bienes para que lo administremos, para su propia gloria al extender Su Reino. Y una de las mayores expresiones de mayordomía cristiana es la generosidad; o sea, el compartir, con los más necesitados (tanto espiritual como material), lo que Dios nos ha dado.

IV.           FORMAS BÍBLICAS PARA EXPRESAR GENEROSIDAD
Jesús dijo: “y conoceréis la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:32). Eso queremos, conocer la verdad bíblica con respecto a las finanzas, para dejar de ser cautivos de las mentiras, que los sistemas del mundo nos tienen esclavizados. La generosidad es el camino para obtener la libertad financiera, es la senda que Dios escogió para librarlos del dios de este siglo, Mamón; ídolo que rige los sistemas económicos globales, tanto el capitalismo como el socialismo, están esclavizando a las grandes masas de personas. Recuerda, no podemos servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a Mamón (Mateo 6:24).
En las escrituras, se puede observar varias formas para que expresemos nuestra generosidad, que como hemos dicho, Dios no quiere nuestro dinero sino nuestro corazón, y utilizará los bienes y el dinero para mostrarnos dónde está nuestro corazón (Mateo 6:21). Vamos a estudiar el diezmo, la ofrenda y la caridad.
1)    El diezmo, participando de la extensión del Reino de Dios
El diezmo, como principio económico, se encuentra desde los primeros libros de la Biblia, extendiéndose en significado y aplicación, en todo el A.T. En el N.T., solo hay menciones descriptivas y explicativas, no normativas, de lo que debía seguirse con el diezmo; pero, no lo anula ni da un nuevo significado, sino una correcta interpretación y aplicación del mismo, ya que los religiosos de la época, lo estaban pervirtiendo.
Vemos los pasajes que mencionan el diezmo, con la siguiente tabla que resume su apareciendo en toda la Biblia, donde se menciona en 36 versículos: 16 en el Pentateuco, 8 en los históricos, 3 en los proféticos, y 9 en el N.T.
Génesis
2 versículos
Levítico
3 versículos
Números
4 versículos
Deuteronomio
7 versículos
2 Crónicas
3 versículos
Nehemías
5 versículos
Amós
1 versículo
Malaquías
2 versículos
Mateo
1 versículo
Lucas
2 versículos
Hebreos
6 versículos
Esto señala el gran uso que se le dio en la nación de Israel, establecido en la ley Mosaica, observada a través de su historia, donde los de los profetas hacen mención del mismo, como una ley que han olvidado o pervertido, y en el N.T., Jesús hace una fuerte reprensión a los fariseos por aplicar mal el diezmo, al olvidar la justicia, y en la epístola a los Hebreos, hay toda una explicación sobre el pasaje donde Abraham da los diezmos a Melquisedec.
A)   El Génesis del diezmo
Todo inicia en el Génesis. Como libro de los comienzos, aquí también, está la primera vez que se usa el término diezmo.
Gén. 14:20  y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.
Gén. 28:22  Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
En estos dos pasajes, se observa cómo el diezmo era una práctica común a la época; donde se utilizaba para expresar agradecimiento o promesa a Dios. En el caso de Abram, cuando él vuelve de la guerra, después de conseguir la victoria, Melquisedec el Rey de Salem sale a su encuentro y lo bendice. En respuesta a esta bendición Abram le da el diezmo de todo lo que había ganado en la guerra; aunque Abram no se deja nada. El pasaje es interpretado y explicado por el escritor de la epístola a los Hebreos (Hebreos 7:2-9), donde Melquisedec es un tipo de Cristo, que recibió de Abram los diezmos como anticipo de las promesas que serían hechas realidad en Cristo, como Rey y Sumo Sacerdote.
El profesor Edersheim escribió, explicando este pasaje: “Melquisedec era sacerdote y rey, Abram solo un profeta; Melquisedec fue reconocido como el legítimo poseedor del país, el cual por el momento solo había sido prometido a Abram. Cierto, el futuro será infinitamente mayor que el presente, pero entonces era solo futuro. Melquisedec era el propietario de esa realidad bendiciendo a Abram, y transfiriendo el título a él; mientras Abram reconocía el presente, dando diezmos a Melquisedec, e inclinándose para recibir la bendición”[2].
Idea Clave 5: El diezmo es el reconocimiento de la soberanía de Dios sobre todo lo que tenemos, tanto espiritual como material.
B)    El diezmo en la ley de Moisés
Lev. 27:30  Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.
Lev. 27:31  Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello.
Lev. 27:32  Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová.
Núm. 18:21  Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión.
Núm. 18:24  Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.
Núm. 18:26  Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos.
Núm. 18:28  Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de todos vuestros diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón.
Deut. 12:6  Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas;
Deut. 12:11  Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová.
Deut. 12:17  Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos;
Deut. 14:22-23  Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.  Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.
Deut. 14:28  Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades.
Deut. 26:12  Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán.
Estos pasajes dan la ley sobre el diezmo y cómo debían aplicarlos los israelitas. ¿Qué podemos aprender de estos textos? Varios principios claves, para comprender mejor.
El diezmo, o sea el 10%, de todo lo que producía la tierra, en cosechas o ganado. Debía ser llevado al lugar donde estaba el lugar de adoración, o sea el tabernáculo, luego el templo, posterior a las cosechas. Los levitas y sacerdotes, debían administrar los diezmos, tanto para su mantenimiento del templo como sus familias, porque ellos no tenían heredad en la tierra de Israel. El diezmo del tercer año, se usaba para ayudar a los levitas y a los pobres (los extranjeros, los huérfanos, las viudas, y otros).
C)   El diezmo en los libros históricos
2 Cr. 31:5  Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra; trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las cosas.
2 Cr. 31:6  También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová su Dios, y los depositaron en montones.
2 Cr. 31:12  Y en ellas depositaron las primicias y los diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y dieron cargo de ello al levita Conanías, el principal, y Simei su hermano fue el segundo.
Neh. 10:37  que traeríamos también las primicias de nuestras masas, y nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, y del vino y del aceite, para los sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra para los levitas; y que los levitas recibirían las décimas de nuestras labores en todas las ciudades;
Neh. 10:38  y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas, cuando los levitas recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la casa del tesoro.
Neh. 12:44  En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para recoger en ellas, de los ejidos de las ciudades, las porciones legales para los sacerdotes y levitas; porque era grande el gozo de Judá con respecto a los sacerdotes y levitas que servían.
Neh. 13:5  y le había hecho una gran cámara, en la cual guardaban antes las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del grano, del vino y del aceite, que estaba mandado dar a los levitas, a los cantores y a los porteros, y la ofrenda de los sacerdotes.
Neh. 13:12  Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y del aceite, a los almacenes.
A través de la historia de Israel, se puede observar como el pueblo practicó el diezmo. Pero, hubo otros momentos en que no lo aplicaba. Y los tiempos de reforma espiritual, el pueblo volvió a obedecer los diezmos y las demás leyes.
Idea Clave 6: Todo avivamiento espiritual nos debe llevar a la obediencia a la palabra de Dios. En el área de las finanzas, la generosidad, a través del diezmo y la ofrenda, es la mejor expresión de que Dios está transformando nuestras vidas.
D)    La exhortación a diezmar de los profetas
Amós 4:4  Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres días.
Mal. 3:8-10  ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Vosotros —la nación entera— estáis bajo gran maldición, pues es a mí a quien estáis robando. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
En estos pasajes de los profetas, hay una fuerte exhortación del Señor, a ser fiel con sus leyes, principalmente la ley del diezmo, para que el pueblo vuelva a la senda antiguo. La obediencia a la Palabra de Dios, siempre trae la bendición de Dios.
En Malaquías 3:10-12, Dios promete lo siguiente:
a.    Tener abiertas las ventanas de los cielos; en otras palabras, nos bendice, aunque no se la forma en que nosotros pensamos, pero si la que necesitamos.
b.    Él va a derramar Su bendición abundantemente.
c.    El devorador no nos tocará, porque Dios lo reprenderá.
d.    Seremos llamados bienaventurado, porque Dios estará con nosotros.
Idea Clave 7: El diezmar es un asunto de fe, porque debo creer en las promesas de Dios, aun en lo financiero.
E)    Jesús y el diezmo
Mat. 23:23  ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Luc. 11:42  Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.
Luc. 18:12  ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
En el N.T., Jesús hace una fuerte exhortación a los fariseos y saduceos, que queriendo obedecer la ley, olvidan el verdadero sentido de la ley: la justicia, la misericordia y la fe; donde hay que diezmar, por causa de seguir la justicia, la misericordia y la fe.
Idea Clave 8: Ese es el verdadero propósito para diezmar. Cada vez que diezmamos lo hacemos para expresar generosidad, justicia y fe en Dios.
2)    La ofrenda, expresión de generosidad y alegría.
Una ofrenda era todo aquello que se dedica a Dios, para implorar su auxilio, por algo que se desea o bien para cumplir un voto u obligación.  También, se define como una dádiva o servicio en muestra de gratitud o amor.
En la ley mosaica hay muchos tipos de ofrendas, muchas de las cuales son tipo de Cristo, como las ofrendas de sacrificio de corderos; y por lo tanto, se cumplieron en el sacrificio de Cristo Jesús al morir en la cruz. Nos interesa un tipo de ofrenda, que se da voluntariamente y para atender alguna necesidad particular.
En Éxodo 35:20-21, se nos dice se mencionan actitudes que deben tener los que ofrenda:
a)    Fueron estimulados interiormente a ofrendar.
b)    Lo dieron voluntariamente.
En el libro de Éxodo, narra para cómo el pueblo dio para la construcción del tabernáculo. Es igual en 2 Crónicas 24, que se pide ofrendas para la reconstrucción del templo, por parte del rey Joás. También, se observa lo mismo en Esdras 7:15-16, cuando el rey Artajerjes concede a Esdras ir  y le pide “llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros voluntariamente ofrecen al Dios de Israel”“y toda la plata y el oro que halles en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias del pueblo y de los sacerdotes, que voluntariamente ofrecieren para la casa de su Dios”; todo esto para reconstruir Jerusalén que había sido destruida.
En iglesia del primer siglo, practicaba la recolección voluntaria de ofrendas, para atender las necesidades entre ellos, y solventar el ministerio de los misiones, especialmente de Pablo.
Rom. 15:26  Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén.
1 Co. 16:1-2  En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
2 Co. 8:19-20 y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad; evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos,
La actitud a la hora de ofrendar debe seguir este principio paulino: Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Cor. 9:7). Solo debes ser un dador alegre, que desea ofrendar desde lo más profundo del corazón, según Dios le da.
3)    La caridad, una milla más de generosidad.
Hay otra  expresión más de generosidad, la caridad. Esta es caminar una milla extra donde damos a personas o ministerios que se dedican a atender las necesidades de diferentes personas o grupos.
El principio básico de la caridad hacia otros, lo estableció Jesús en el sermón del Monte, con estas palabras:
“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:1-4).
La caridad no es para recibir reconocimiento de las personas. Es para darlo en el anonimato, solo por el hecho de dar generosamente. Es dejar que sea Dios, quien es justo, dé la recompensa que Él crea conveniente.

CONCLUSIONES
Hasta aquí, hemos tratado algunas formas de expresar generosidad, con los recursos que el Señor nos ha dado. Para cerrar, aquí algunas ideas a manera de cierre, donde exponemos lo que creemos como congregación.
1)    Todo le pertenece a Dios, nosotros somos mayordomo de los bienes, recursos y dinero que Él ponga en nuestras manos, para utilizarlos para su gloria y la extensión de su Reino.
2)    El diezmo es mi reconocimiento de la soberanía de Dios, sobre todo lo que soy y tengo, tanto material como espiritual.
3)    El diezmar, ofrendar y ser caritativo es un asunto de fe en Dios. Porque, vivo mejor con el 90% que con el 100%, de mis ingresos; porque confío más en Dios que en el Mamón (ver Mateo 6:24; Lucas 16:13).
4)    El diezmo y las ofrendas es voluntariamente obligatorias. Son voluntarias, porque deben darse libremente y sin la extorsión de nadie, deben darse con alegría de corazón y con acción de gracias por todo lo recibido de Dios. Pero, en el momento en que decido volverme diezmador, me comprometo con Dios; por lo tanto, adquiero la disciplina u obligación de diezmar de todo lo que me gane o produzca.
5)    Los diezmos ni las ofrendas pueden darse como una forma de torcer el brazo a Dios; o un medio para obtener la bendición de Dios, a cambio de dinero. La gracia de Dios no se puede comparar. Se da por generosidad, como una expresión de agradecimiento por todo lo que Él nos ha dado.
6)    El diezmo y la ofrenda ha de darse en la congregación donde se le está pastoreando y enseñando a crecer en el Señor. Hay otras formas de expresar caridad y generosidad a personas u organizaciones de beneficencia, pero no a costa del diezmo u ofrenda.
7)    Los padres de familia deben enseñarles a sus hijos a ser generosos a través del diezmo, la ofrenda y la caridad.
8)    Hay una diferencia sustancial entre el diezmo y la ofrenda. El diezmo era el 10% de lo que produzco, y la ofrenda es una cantidad que se da, para expresar generosidad ayudando a la comunidad de fe o a solicitudes específicas en momentos particulares. Pero, ambas deben brotar de un corazón generoso y con acción de gracias a Dios.



[1] “Dinero”. VINE.
[2] Edersheim, pág. 61.

SERMONES DE PEDRO

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