Lic. Maynor
Agüero Obregón
INTRODUCCIÓN
Vivimos en un tiempo
regido por un sistema económico basado en el consumismo, el capitalismo
darwiniano, el individualismo, el éxito rápido, y la pérdida de los principios
del trabajo honesto. Esto provoca que muchos de nosotros tengamos ideas errada
de cómo debemos comprender los recursos y el dinero, junto con la forma en que
debemos utilizarlos.
Lo que vamos a tratar es
describir lo que sería un entendimiento bíblico de lo que son y cómo utilizar los
bienes que Dios pone a nuestra disposición. Eso nos ayudará a no caer cautivos
de las mentiras, con las que Satanás está esclavizando al mundo. El sistema
económico bíblico es el que se basa en la fe en un Dios sobrenatural, que
interviene en las vidas naturales de sus hijos. La fe es esencial, para vivir
de acuerdo a los patrones bíblicos para servir a Dios y al prójimo, con
nuestros recursos.
I.
¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE LOS BIENES? ¿PARA QUÉ LOS
CREÓ DIOS?
Tenemos que afirmar que
todo le pertenece a Dios, debido a que Él es el creador de todo
Así que debemos
encontrar el punto de partida bíblico para el uso correcto de los bienes que
Dios ha creado. Y como creador, todo le pertenecen a Él; los recursos, los
bienes, todo lo que se produzca con ellos, la vida de cada persona y lo que
tienen. Todo eso es del Señor.
Idea Clave 1: Todos los bienes le pertenecen a Dios.
Uno de los textos más
significativos es Génesis 1:29-30: “Y dijo Dios: He aquí
que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y
todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer” (Comparar con Génesis 9:3; Salmos 104:14-15).
Génesis 9:3. Todo
lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y
plantas verdes, os lo he dado todo.
Salmos 104:14-15. El
hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre,
Sacando el pan de la tierra, y el vino que alegra el corazón del hombre, El aceite que
hace brillar el rostro, Y el pan que sustenta la vida del hombre.
Aquí se establece que estos bienes creados, van a servir para alimentar
a los seres humanos. Por lo tanto, son entregados a la administración
responsable de los seres humanos, para que suplan sus necesidades, mientras
cuidan el orden creado. La humanidad es mayordomo de todo lo creado.
Idea Clave 2: Él los confía a la humanidad, para que seamos mayordomos,
y debido a una sabia administración de los bienes y recursos, satisfacemos
nuestras necesidades básicas.
II.
¿QUÉ ES EL DINERO Y
CÓMO DEBE USARSE, BÍBLICAMENTE?
Ahora, la humanidad ha desarrollado todo un sistema de trueque, para
poder administrar e intercambiar los diferentes bienes y recursos. De ahí es
donde sale el dinero, el cual se pude definir como un medio de intercambio o
trueque. A través de la historia, ha habido muchos medios de intercambio, desde
semillas hasta metales preciosos; llegando a lo que se conoce, actualmente,
como papel moneda, que existe alrededor de todo el mundo.
En las diferentes épocas en que se desarrolla la historia bíblica, el
dinero ha sido el peso en oro o plata, según el momento y la cultura. Pero, ¿cuál
ha sido su uso prioritario? En Génesis 17:12, está un pasaje donde se encuentra
por primera vez, el término dinero. “Todos los
varones de cada generación deberán ser circuncidados a los ocho días de
nacidos, tanto los niños nacidos en casa como los que hayan sido comprados por dinero
a un extranjero y que, por lo tanto, no sean de la estirpe de ustedes”.
En hebreo késef (כֶּסֶף, H3701), es la palabra que se
traduce como dinero, significando plata y por implicación dinero, precio[1].
El contexto del pasaje es la entrega de la promesa del pacto, a través de la
señal de la circuncisión. Dios le dice a Abraham que toda persona que es
circuncidado entre a formar parte del pacto y el pueblo de Dios, no solo los
que son descendientes de Abraham. Aquí tenía Abraham una oportunidad para
utilizar su dinero (o recursos), para incluir a más personas compraban como
sirvientes, para ser miembros del pacto. Es interesante que uno
de los usos del dinero, según este pasaje, es que se utilice para que otras
personas sean incluidas en el pacto. Es una forma de evangelizar con nuestros
recursos, al financiar la obra de Dios, a través de las iglesias locales.
Idea Clave 3: Nuestros recursos (posesiones, bienes,
tiempo, incluyendo el dinero), debemos utilizarlos para la extender el Reino de
Dios, en este mundo.
III.
¿QUÉ DICE LAS
ESCRITURAS SOBRE LA GENEROSIDAD?
Podemos encontrar
mucho sobre el dar generosamente; pero, siempre enfatizando la actitud con que
se da. La generosidad inicia con la disposición interna a dar voluntariamente.
Así es como Dios lo dice: “Habla con los israelitas y diles que me
traigan una ofrenda. Pero no los obligues a dar nada. Quiero que su ofrenda sea
voluntaria y de todo corazón” (Éxodo 25:2, TLA).
Es claro que la
verdadera generosidad viene de un corazón que se ha dispuesto a dar
voluntariamente, para el Señor. Esa debe ser la misma actitud, para cuando
somos generosos para con otros, en necesidad. Hay que agregar que debemos ser
generosos en todo tiempo, como el sabio Salomón lo escribió: “No te
niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a
tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle”
(Proverbios 3:27-28).
Es más, las
personas que son generosas siempre tendrán para dar, “En todo tiempo tiene
misericordia, y presta; y su descendencia es para bendición” (Salmo 37:26)…
“Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo
que es justo, pero vienen a pobreza. El alma
generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”
(Proverbios 11:24-25). Hay una clara relación entre la
verdadera prosperidad y la generosidad. Toda persona que es generoso, tendrá
más para dar, porque Dios le da de sus recursos, para que los pueda dar a otros
que lo necesitan. Este es el principio básico de lo que es un mayordomo. Un
mayordomo es el que administra la casa y cuida de las necesidades básicas de
otros, siguiendo las instrucciones del señor o amo.
No es
cuestión de la cantidad con la que se da, sino es la disposición a dar, como
bien lo señaló Pablo, de las iglesias de Macedonia; que siendo pobres,
abundaron en generosidad para dar, aún en medio de su escasez. “Asimismo, hermanos, os
hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que
en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza
abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado
han dado conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con
muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este
servicio para los santos. Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se
dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios” (2
Corintios 8:1-5).
Nadie es tan
pobre que no tenga nada para dar; ni nadie tan rico, que no tenga nada para
recibir, por eso hacemos nuestra la afirmación paulina: “Pero esto digo: El que
siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no
con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es
Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo
siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para
siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y
multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,
para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por
medio de nosotros acción de gracias a Dios” (2 Corintios 9:6-11).
Y la promesa
que se recibe por dar generosamente, a los pobres es esta: “A Jehová presta
el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar” (Proverbios
19:17)… “El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indigente”
(Proverbios 22:9). Es claro que una vida de generosidad, trae mejores
resultados que no hacerlo. Se requiere de fe, para confiar en que Dios nos
proveerá, a pesar de nuestra escasez, pero nuestra disposición a ser generosos
con otros en mayor necesidad.
Idea clave
4: Dios prospera a las personas, que por fe, que tienen como norma ser
generosos con otros en necesidades materiales y espirituales.
Si todo lo pertenece a Dios, Él nos hace partícipes de su Reino, al
darnos bienes para que lo administremos, para su propia gloria al extender Su
Reino. Y una de las mayores expresiones de mayordomía cristiana es la
generosidad; o sea, el compartir, con los más necesitados (tanto espiritual
como material), lo que Dios nos ha dado.
IV.
FORMAS BÍBLICAS PARA
EXPRESAR GENEROSIDAD
Jesús dijo: “y conoceréis la verdad, y la verdad los hará libres”
(Juan 8:32). Eso queremos, conocer la verdad bíblica con respecto a las
finanzas, para dejar de ser cautivos de las mentiras, que los sistemas del
mundo nos tienen esclavizados. La generosidad es el camino para obtener la
libertad financiera, es la senda que Dios escogió para librarlos del dios de
este siglo, Mamón; ídolo que rige los sistemas económicos globales, tanto el
capitalismo como el socialismo, están esclavizando a las grandes masas de
personas. Recuerda, no podemos servir a dos señores, porque
o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro.
No podéis servir a Dios y a Mamón (Mateo 6:24).
En las escrituras, se puede observar varias formas para que expresemos
nuestra generosidad, que como hemos dicho, Dios no quiere nuestro dinero sino
nuestro corazón, y utilizará los bienes y el dinero para mostrarnos dónde está
nuestro corazón (Mateo 6:21). Vamos a estudiar el diezmo, la ofrenda y
la caridad.
1) El diezmo, participando de la extensión del Reino de
Dios
El diezmo, como principio económico, se encuentra desde los primeros
libros de la Biblia, extendiéndose en significado y aplicación, en todo el A.T.
En el N.T., solo hay menciones descriptivas y explicativas, no normativas, de
lo que debía seguirse con el diezmo; pero, no lo anula ni da un nuevo significado,
sino una correcta interpretación y aplicación del mismo, ya que los religiosos
de la época, lo estaban pervirtiendo.
Vemos los pasajes que mencionan el diezmo, con la siguiente tabla que
resume su apareciendo en toda la Biblia, donde se menciona en 36 versículos: 16
en el Pentateuco, 8 en los históricos, 3 en los proféticos, y 9 en el N.T.
Génesis
|
2 versículos
|
Levítico
|
3 versículos
|
Números
|
4 versículos
|
Deuteronomio
|
7 versículos
|
2 Crónicas
|
3 versículos
|
Nehemías
|
5 versículos
|
Amós
|
1 versículo
|
Malaquías
|
2 versículos
|
Mateo
|
1 versículo
|
Lucas
|
2 versículos
|
Hebreos
|
6 versículos
|
Esto señala el gran uso que se le dio en la nación de Israel,
establecido en la ley Mosaica, observada a través de su historia, donde los de
los profetas hacen mención del mismo, como una ley que han olvidado o
pervertido, y en el N.T., Jesús hace una fuerte reprensión a los fariseos por
aplicar mal el diezmo, al olvidar la justicia, y en la epístola a los Hebreos,
hay toda una explicación sobre el pasaje donde Abraham da los diezmos a
Melquisedec.
A) El Génesis del diezmo
Todo inicia en el Génesis. Como libro de los comienzos, aquí también,
está la primera vez que se usa el término diezmo.
Gén. 14:20
y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y
le dio Abram los diezmos de todo.
Gén. 28:22
Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo
que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
En estos dos pasajes, se
observa cómo el diezmo era una práctica común a la época; donde se utilizaba
para expresar agradecimiento o promesa a Dios. En el caso de Abram, cuando él vuelve de la guerra, después de conseguir la
victoria, Melquisedec el Rey de Salem sale a su encuentro y lo bendice. En
respuesta a esta bendición Abram le da el diezmo de todo lo que había ganado en
la guerra; aunque Abram no se deja nada. El pasaje es interpretado y
explicado por el escritor de la epístola a los Hebreos (Hebreos 7:2-9),
donde Melquisedec es un tipo de Cristo, que recibió de Abram los diezmos como
anticipo de las promesas que serían hechas realidad en Cristo, como Rey y Sumo
Sacerdote.
El profesor Edersheim
escribió, explicando este pasaje: “Melquisedec era sacerdote y rey, Abram solo
un profeta; Melquisedec fue reconocido como el legítimo poseedor del país, el
cual por el momento solo había sido prometido a Abram. Cierto, el futuro será
infinitamente mayor que el presente, pero entonces era solo futuro. Melquisedec
era el propietario de esa realidad bendiciendo a Abram, y transfiriendo el
título a él; mientras Abram reconocía el presente, dando diezmos a Melquisedec,
e inclinándose para recibir la bendición”[2].
Idea Clave 5: El diezmo
es el reconocimiento de la soberanía de Dios sobre todo lo que tenemos, tanto
espiritual como material.
B)
El diezmo en la ley de
Moisés
Lev. 27:30
Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como
del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.
Lev. 27:31
Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte
de su precio por ello.
Lev. 27:32
Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la
vara, el diezmo será consagrado a Jehová.
Núm. 18:21
Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por
heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del
tabernáculo de reunión.
Núm. 18:24
Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de
Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los
hijos de Israel no poseerán heredad.
Núm. 18:26
Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de
Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros
presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos.
Núm. 18:28
Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de todos vuestros
diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda de
Jehová al sacerdote Aarón.
Deut. 12:6
Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros
diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras
ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas;
Deut. 12:11
Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre,
allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros
sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo
lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová.
Deut. 12:17
Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu
aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que
prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus
manos;
Deut. 14:22-23
Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que
rindiere tu campo cada año. Y comerás
delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su
nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de
tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos
los días.
Deut. 14:28
Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos
de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades.
Deut. 26:12
Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en
el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al
huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán.
Estos pasajes dan la ley
sobre el diezmo y cómo debían aplicarlos los israelitas. ¿Qué podemos aprender
de estos textos? Varios principios claves, para comprender mejor.
El diezmo, o sea el 10%,
de todo lo que producía la tierra, en cosechas o ganado. Debía ser llevado al
lugar donde estaba el lugar de adoración, o sea el tabernáculo, luego el templo,
posterior a las cosechas. Los levitas y sacerdotes, debían administrar los
diezmos, tanto para su mantenimiento del templo como sus familias, porque ellos
no tenían heredad en la tierra de Israel. El diezmo del tercer año, se usaba
para ayudar a los levitas y a los pobres (los extranjeros, los huérfanos, las
viudas, y otros).
C)
El diezmo en los libros
históricos
2 Cr. 31:5
Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas
primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra;
trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las cosas.
2 Cr. 31:6
También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de
Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas; y
trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido a
Jehová su Dios, y los depositaron en montones.
2 Cr. 31:12
Y en ellas depositaron las primicias y los diezmos y las cosas
consagradas, fielmente; y dieron cargo de ello al levita Conanías, el
principal, y Simei su hermano fue el segundo.
Neh. 10:37
que traeríamos también las primicias de nuestras masas, y nuestras
ofrendas, y del fruto de todo árbol, y del vino y del aceite, para los
sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra
tierra para los levitas; y que los levitas recibirían las décimas de nuestras
labores en todas las ciudades;
Neh. 10:38
y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas, cuando los
levitas recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían el diezmo del diezmo
a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la casa del tesoro.
Neh. 12:44
En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras de los tesoros, de
las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para recoger en ellas, de los
ejidos de las ciudades, las porciones legales para los sacerdotes y levitas;
porque era grande el gozo de Judá con respecto a los sacerdotes y levitas que
servían.
Neh. 13:5
y le había hecho una gran cámara, en la cual guardaban antes las
ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del grano, del vino y del
aceite, que estaba mandado dar a los levitas, a los cantores y a los porteros,
y la ofrenda de los sacerdotes.
Neh. 13:12
Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y del aceite, a los
almacenes.
A través de la historia
de Israel, se puede observar como el pueblo practicó el diezmo. Pero, hubo
otros momentos en que no lo aplicaba. Y los tiempos de reforma espiritual, el
pueblo volvió a obedecer los diezmos y las demás leyes.
Idea Clave 6: Todo
avivamiento espiritual nos debe llevar a la obediencia a la palabra de Dios. En
el área de las finanzas, la generosidad, a través del diezmo y la ofrenda, es
la mejor expresión de que Dios está transformando nuestras vidas.
D)
La exhortación a diezmar
de los profetas
Amós 4:4
Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión, y traed de
mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres días.
Mal. 3:8-10
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis:
¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Vosotros
—la nación entera— estáis bajo gran maldición, pues es a mí a quien estáis
robando. Traed
todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en
esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los
cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé
también por vosotros al devorador, y no
os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril,
dice Jehová de los ejércitos. Y todas
las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable,
dice Jehová de los ejércitos.
En estos pasajes de los
profetas, hay una fuerte exhortación del Señor, a ser fiel con sus leyes,
principalmente la ley del diezmo, para que el pueblo vuelva a la senda antiguo.
La obediencia a la Palabra de Dios, siempre trae la bendición de Dios.
En Malaquías 3:10-12, Dios promete lo
siguiente:
a. Tener abiertas
las ventanas de los cielos; en otras palabras, nos bendice, aunque no se la
forma en que nosotros pensamos, pero si la que necesitamos.
b. Él va a derramar
Su bendición abundantemente.
c. El devorador
no nos tocará, porque Dios lo reprenderá.
d. Seremos
llamados bienaventurado, porque Dios estará con nosotros.
Idea Clave 7: El diezmar
es un asunto de fe, porque debo creer en las promesas de Dios, aun en lo
financiero.
E)
Jesús y el diezmo
Mat. 23:23
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la
menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la
justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer
aquello.
Luc. 11:42
Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda
hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era
necesario hacer, sin dejar aquello.
Luc. 18:12
ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
En el N.T., Jesús hace
una fuerte exhortación a los fariseos y saduceos, que queriendo obedecer la
ley, olvidan el verdadero sentido de la ley: la justicia, la misericordia y la
fe; donde hay que diezmar, por causa de seguir la justicia, la misericordia y
la fe.
Idea Clave 8: Ese es el
verdadero propósito para diezmar. Cada vez que diezmamos lo hacemos para
expresar generosidad, justicia y fe en Dios.
2) La ofrenda, expresión de generosidad y alegría.
Una ofrenda era todo aquello que se dedica a Dios, para implorar
su auxilio, por algo que se desea o bien para cumplir un voto u
obligación. También, se define como una dádiva
o servicio en muestra de gratitud o amor.
En la ley mosaica hay muchos tipos de ofrendas, muchas de las cuales son
tipo de Cristo, como las ofrendas de sacrificio de corderos; y por lo tanto, se
cumplieron en el sacrificio de Cristo Jesús al morir en la cruz. Nos interesa
un tipo de ofrenda, que se da voluntariamente y para atender alguna necesidad
particular.
En Éxodo 35:20-21,
se nos dice se mencionan actitudes que deben tener los que ofrenda:
a) Fueron estimulados
interiormente a ofrendar.
b) Lo dieron
voluntariamente.
En el libro de Éxodo, narra
para cómo el pueblo dio para la construcción del tabernáculo. Es igual en 2
Crónicas 24, que se pide ofrendas para la reconstrucción del templo, por parte
del rey Joás. También, se observa lo mismo en Esdras 7:15-16, cuando el rey Artajerjes
concede a Esdras ir y le pide “llevar
la plata y el oro que el rey y sus consejeros voluntariamente ofrecen al Dios
de Israel”… “y toda la plata y el oro que halles en toda la provincia de
Babilonia, con las ofrendas voluntarias del pueblo y de los sacerdotes, que
voluntariamente ofrecieren para la casa de su Dios”; todo esto para
reconstruir Jerusalén que había sido destruida.
En iglesia del primer
siglo, practicaba la recolección voluntaria de ofrendas, para atender las
necesidades entre ellos, y solventar el ministerio de los misiones,
especialmente de Pablo.
Rom. 15:26
Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los
pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén.
1 Co. 16:1-2
En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la
manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada
uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que
cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
2 Co. 8:19-20 y no sólo esto, sino que también
fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para
llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Señor
mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad; evitando que nadie nos censure
en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos,
La actitud a la hora de ofrendar debe seguir este principio paulino: “Cada uno dé como propuso
en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador
alegre” (2 Cor. 9:7). Solo debes ser un dador alegre, que desea
ofrendar desde lo más profundo del corazón, según Dios le da.
3) La caridad, una milla más de generosidad.
Hay otra expresión más de
generosidad, la caridad. Esta es caminar una milla extra donde damos a personas
o ministerios que se dedican a atender las necesidades de diferentes personas o
grupos.
El principio básico de la caridad hacia otros, lo estableció Jesús en el
sermón del Monte, con estas palabras:
“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser
vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que
está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por
los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que
hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público” (Mateo 6:1-4).
La caridad no es para recibir reconocimiento de las personas. Es para
darlo en el anonimato, solo por el hecho de dar generosamente. Es dejar que sea
Dios, quien es justo, dé la recompensa que Él crea conveniente.
CONCLUSIONES
Hasta aquí, hemos tratado algunas formas de expresar generosidad, con
los recursos que el Señor nos ha dado. Para cerrar, aquí algunas ideas a manera
de cierre, donde exponemos lo que creemos como congregación.
1) Todo le pertenece a Dios, nosotros somos mayordomo de
los bienes, recursos y dinero que Él ponga en nuestras manos, para utilizarlos
para su gloria y la extensión de su Reino.
2) El diezmo es mi reconocimiento de la soberanía de
Dios, sobre todo lo que soy y tengo, tanto material como espiritual.
3) El diezmar, ofrendar y ser caritativo es un asunto de
fe en Dios. Porque, vivo mejor con el 90% que con el 100%, de mis ingresos;
porque confío más en Dios que en el Mamón (ver Mateo 6:24; Lucas 16:13).
4) El diezmo y las ofrendas es voluntariamente
obligatorias. Son voluntarias, porque deben darse libremente y sin la extorsión
de nadie, deben darse con alegría de corazón y con acción de gracias por todo
lo recibido de Dios. Pero, en el momento en que decido volverme diezmador, me
comprometo con Dios; por lo tanto, adquiero la disciplina u obligación de
diezmar de todo lo que me gane o produzca.
5) Los diezmos ni las ofrendas pueden darse como una
forma de torcer el brazo a Dios; o un medio para obtener la bendición de Dios,
a cambio de dinero. La gracia de Dios no se puede comparar. Se da por
generosidad, como una expresión de agradecimiento por todo lo que Él nos ha
dado.
6) El diezmo y la ofrenda ha de darse en la congregación
donde se le está pastoreando y enseñando a crecer en el Señor. Hay otras formas
de expresar caridad y generosidad a personas u organizaciones de beneficencia,
pero no a costa del diezmo u ofrenda.
7) Los padres de familia deben enseñarles a sus hijos a
ser generosos a través del diezmo, la ofrenda y la caridad.
8) Hay una diferencia sustancial entre el diezmo y la
ofrenda. El diezmo era el 10% de lo que produzco, y la ofrenda es una cantidad
que se da, para expresar generosidad ayudando a la comunidad de fe o a
solicitudes específicas en momentos particulares. Pero, ambas deben brotar de
un corazón generoso y con acción de gracias a Dios.