martes, 12 de marzo de 2013

AVIVAMIENTO SEGÚN PROVERBIOS 2


Texto: Proverbios 2:1-10
INTRODUCCIÓN
Les compartiré mi experiencia con el temor del Señor, cuando me caí de un caballo a la edad de 10 años…
Según el trasfondo religioso, así va a ser la descripción que se haga de Dios. Y por lo tanto, de lo que significa el temor del Señor. Si la idea que se tenga del temor del Señor es contraria a la Biblia, no hablará verdadero avivamiento, porque el avivamiento es cuando a las personas se les aviva o cobrar vida, vigor[1], gracias a la obra del poder del Espíritu Santo. Un avivamiento es cuando las personas tienen verdadero temor del Señor. El verdadero avivamiento bíblico no es un momento ni un “experiencia religiosa”, es un proceso de transformación diario y continuo delante del Señor, donde dejo de amar el pecado, para amar la sabiduría de Dios.
El temor del Señor conlleva un avivamiento, y todo avivamiento fomenta el temor al Señor como estilo de vida. Ambos están unidos y no se pueden separar. ¿Puede una falsa idea de temor del Señor producir avivamiento? Definitivamente no. ¿Qué dice el libro de Proverbios sobre el temor del Señor? Aquí algunos de los textos que muestran como el temor del Señor, es clave para una vida de sabiduría.
Pro. 1:7  El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Amonestaciones de la Sabiduría
Pro. 2:5  Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
Pro. 8:13  El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
Pro. 9:10  El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
Pro. 10:27  El temor de Jehová aumentará los días; Mas los años de los impíos serán acortados.
Pro. 14:26  En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.
Pro. 14:27  El temor de Jehová es manantial de vida Para apartarse de los lazos de la muerte.
Pro. 15:16  Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación.
Pro. 15:33  El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.
Pro. 16:6  Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.
Pro. 19:23  El temor de Jehová es para vida, Y con él vivirá lleno de reposo el hombre; No será visitado de mal.
Pro. 22:4  Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
Pro. 23:17  No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;
El libro es Proverbios está escrito para que los lectores, busquen la sabiduría divina y así, vivieran en el temor del Señor. Cuando esto se diera, el avivamiento genuino se dará. Proverbios es un texto al que debemos ir, para ajustar nuestras vidas a la verdad de Dios.

CLAVES PARA EL AVIVAMIENTO (vv.1-4)
Nuestro texto de Proverbios nos ayudará a comprender cuales son las claves para vivir en el temor del Señor. Todo el libro es una exhortación de poesía hebrea, para enseñar a vivir sabiamente o sea, a vivir en el temor del Señor. En el capítulo dos, nos señala cuatro condicionantes, para vivir en el temor del Señor. Todas van precedidas por la conjunción SI, que “denota condición en virtud de la cual un concepto depende de otro u otros”[2].
Así que, en el texto (en especial la Reina Valera 1960) hay cuatro condiciones que debe tener una persona que quiera recibir la sabiduría de Dios, y por ende, caminar por la senda del avivamiento. Estas cuatro condiciones, nos señalan claves para mantener una vida avivada por el Espíritu de Dios: (1) la obediencia a la Palabra de Dios, (2) la humildad de corazón al seguir la prudencia, (3) la dependencia de la gracia de Dios, y (4) el crecimiento continuo en el Señor.

1)          OBEDIENCIA (v. 1-2a)
Tres frases poéticas, avivan nuestra imaginación para seguir la senda de la obediencia a la palabra de Dios. Observen detenidamente, la forma en que se presentan el paralelismo proverbial:
Hijo mío, si
recibieres
mis palabras,
guardares dentro de ti,
mis mandamientos
haciendo estar atento tu oído
a la sabiduría
¿Cómo definir la obediencia? Obediencia es recibir la palabra de Dios, guardar los mandamientos dentro del corazón y hacer que nuestro desarrolle un “oír” solo la sabiduría de Dios. Para desarrollar el temor al Señor, debemos obedecer a Dios; sin obediencia a la palabra de Dios no hay temor al Señor; sin temor al Señor, no hay avivamiento bíblico.
Una persona que vive bajo el temor del Señor es una persona que obedece a la palabra del Señor. No es obediencia motivada por el miedo al castigo, sino es una obediencia motivada por el amor a Dios y el deseo de servirle con todo. Lo principal de la vida espiritual es ser fieles en el cumplimiento de nuestros deberes y en negarnos a nosotros mismos. En las dificultades necesitamos recurrir solamente a Jesucristo e implorar por su gracia, con la cual todo se vuelve más fácil[3]. En eso consiste la verdadera obediencia que llevará por la senda del avivamiento espiritual, que tanto queremos; una obediencia por cumplir fielmente las Escrituras, y cuando no se puede, la disposición de ir a Cristo Jesús, por su gracia para que nos fortalezca para seguir en el peregrinaje de la fe.
¿Cómo lograr la obediencia a la Palabra de Dios, y así, ver un avivamiento en nuestras vidas, familias, iglesia y comunidad?
  • Lee diariamente las Escrituras, preguntándote: ¿qué debo obedecer en este texto?
  • Anota el texto o las verdades que debes obedecer, para estar recordándolo.
  • Busca oportunidad para que vivas la verdad y así, desarrolles un estilo de vida obediente.
  • Ora constantemente al Señor, para que tu vida se doble a la obediencia.


2)          HUMILDAD (v. 2b)
El segundo SI, nos señala que nuestro una disposición del corazón que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades, y en obrar de acuerdo con este conocimiento[4]; en otras palabras, nos señala la humildad de corazón: “Si inclinares tu corazón a la prudencia”. En otras palabras, debemos rendir, doblegar, inclinar nuestro corazón a la verdadera prudencia, o verdad o sabiduría. Recuerden que en proverbio, la sabiduría es la personificación de Jesucristo.
Todos necesitamos ser humildes y mansos de corazón, al imitar a Jesús quien dijo: Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas (Mateo 11.29). Si queremos el temor del Señor en nuestras, debemos doblegar nuestro orgulloso corazón, lleno de pecado y rendirlo ante Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios(1 Corintios 1:24).
La humildad es un asunto de madurez y crecimiento espiritual. Como el escritor Michael V. Hernández lo ha descripción:
Ø  Si me agrada, es mío.
Ø  Si lo tengo en la mano, es mío.
Ø  Si puedo quitártelo, es mío.
Ø  Si lo tuve hace un rato, es mío.
Ø  Si es mío, que no se te ocurra que puede ser tuyo[5].
¿Cómo lograr ser humilde?
a)       Reconoce que eres un pecador, con limitaciones y errores.
b)       Acude a Cristo, para recibir ayuda.
c)        Pide perdón por tus pecados.
d)       Interésate por otros, para que tu corazón ame más, para seguir la senda de la humildad.

3)          DEPENDENCIA (v. 3)
Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz. Noten el énfasis en clamar o dar voz, hay una indicación de que la sabiduría o la prudencia vendrá a nuestras vidas, si lo pedimos, “y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada (Santiago 1:5).
Para reconocer, hay que reconocerse falto de algo y volverse al único que se le puede dar. Esto implica una dependencia, en este caso de Dios. ¡Cuánto se necesita del Espíritu Santo, para que avive nuestras vidas y así, sea Él quien dirija el avivamiento en nuestra comunidad de fe! Fue Jesús quien dijo que el Espíritu Santo vendría para guiarnos a toda verdad.
Juan 14:17  el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Juan 14:26  Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan 15:26  Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Juan 16:13  Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
 Por eso, un discípulo de Cristo se caracteriza por depender del Espíritu Santo; para eso Él ha sido enviado por el Dios Padre y Dios el Hijo. Si queremos un avivamiento del temor del Señor, en nuestras vidas, nuestras familias, nuestra congregación y nuestra comunidad, necesitamos buscar del Espíritu y depender de Él.
La dependencia del Espíritu Santo implica que cada uno de nosotros oremos a Dios. Todo avivamiento genuino ha iniciado por la dependencia, en oración, del Espíritu Santo. La historia lo demuestra; durante diez días antes del día de Pentecostés los apóstoles permanecieron en oración. Cuando Jonatán Edwards predicó su famoso sermón sobre el tema: “Los pecadores en manos de un Dios airado”, había pasado toda la noche anterior en oración. Los avivamientos más notables de Carlos G. Finney eran aquellos en que Amós Clary y otros hombres humildes lucharon en oración con Dios por el éxito de las reuniones. Dios vive y todavía puede oír y contestar la oración del creyente fiel. ¿Quieres ver una avivamiento? Debe incrementarse nuestra dependencia del Espíritu Santo.

4)          CRECIMIENTO (v. 4)
Por último, está el crecimiento. El proverbista lo expresó así: Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros.  ¿Cuál es el propósito del avivamiento? Creo que el propósito de todo avivamiento es volvernos a Dios y crecer en el conocimiento del Señor. Si la sabiduría es el temor al Señor, todo avivamiento me lleva a crecer en sabiduría de la Palabra.
Una de las grandes tragedias de la iglesia contemporánea es el analfabetismo bíblico. Vivimos en la era digital y de la información; pero, la palabra de Dios no está en nuestros corazones y mentes, la llevamos en una USB, en una DVD, está en nuestras computadora, la podemos oír o leer en línea. Hay que hacer que todas estas herramientas podamos utilizarlas para que la palabra de Dios inunde nuestras vidas. El avivamiento se da y prevalece en un ambiente donde prevalece la lectura, el estudio, la memorización, la predicación, la demostración y proclamación de la Palabra de Dios.

II         PROMESA DE AVIVAMIENTO (vv. 2.5-10)
¿Cuál es la promesa del avivamiento según nuestro Texto? Entender el temor del Señor y hallar el conocimiento de Dios.
¡Póngale corazón, para que la gloria de Dios nos inunde y ver un avivamiento en nuestras vidas, familias, congregación y alrededor!
¡Te amaría Señor, no por las dádivas celestiales, y te temería, no por el castigo eterno en el infierno; te amaría y te temería solo por lo que Tú eres, mi Padre y mi Dios!


[1] “Avivar”. Diccionario de la Real Academia Española.
[2] “Si”. Diccionario de la Real Academia Española.
[3] Hermano Lorenzo (2006). La práctica de la presencia de Dios. Editorial Peniel, pág. 23
[4] “Humildad”. Diccionario de la Real Academia Española.
[5] Maxwell, John (2010). El poder de las relaciones. Grupo Nelson, pág. 33-34.

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