Texto: Proverbios
2:1-10
INTRODUCCIÓN
Les compartiré mi experiencia con el
temor del Señor, cuando me caí de un caballo a la edad de 10 años…
Según el trasfondo religioso, así va
a ser la descripción que se haga de Dios. Y por lo tanto, de lo que significa
el temor del Señor. Si la idea que se tenga del temor del Señor es contraria a
la Biblia, no hablará verdadero avivamiento, porque el avivamiento es cuando a
las personas se les aviva o “cobrar vida, vigor”[1],
gracias a la obra del poder del
Espíritu Santo. Un avivamiento es cuando las personas tienen verdadero temor
del Señor. El verdadero avivamiento bíblico no es un momento ni un “experiencia
religiosa”, es un proceso de transformación diario y continuo delante del
Señor, donde dejo de amar el pecado, para amar la sabiduría de Dios.
El temor del Señor conlleva un
avivamiento, y todo avivamiento fomenta el temor al Señor como estilo de vida.
Ambos están unidos y no se pueden separar. ¿Puede una falsa idea de temor del
Señor producir avivamiento? Definitivamente no. ¿Qué dice el libro de
Proverbios sobre el temor del Señor? Aquí algunos de los textos que muestran
como el temor del Señor, es clave para una vida de sabiduría.
Pro.
1:7 El principio de la sabiduría es el
temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Amonestaciones
de la Sabiduría
Pro.
2:5 Entonces entenderás el temor de
Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
Pro.
8:13 El temor de Jehová es aborrecer el
mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
Pro.
9:10 El temor de Jehová es el principio
de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
Pro.
10:27 El temor de Jehová aumentará los
días; Mas los años de los impíos serán acortados.
Pro.
14:26 En el temor de Jehová está la
fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.
Pro.
14:27 El temor de Jehová es manantial de
vida Para apartarse de los lazos de la muerte.
Pro.
15:16 Mejor es lo poco con el temor de
Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación.
Pro.
15:33 El temor de Jehová es enseñanza de
sabiduría; Y a la honra precede la humildad.
Pro.
16:6 Con misericordia y verdad se
corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.
Pro.
19:23 El temor de Jehová es para vida, Y
con él vivirá lleno de reposo el hombre; No será visitado de mal.
Pro.
22:4 Riquezas, honra y vida Son la
remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
Pro.
23:17 No tenga tu corazón envidia de los
pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;
El libro es Proverbios está escrito
para que los lectores, busquen la sabiduría divina y así, vivieran en el temor
del Señor. Cuando esto se diera, el avivamiento genuino se dará. Proverbios es
un texto al que debemos ir, para ajustar nuestras vidas a la verdad de Dios.
CLAVES PARA EL AVIVAMIENTO (vv.1-4)
Nuestro texto de
Proverbios nos ayudará a comprender cuales son las claves para vivir en el
temor del Señor. Todo el libro es una exhortación de poesía hebrea, para
enseñar a vivir sabiamente o sea, a vivir en el temor del Señor. En el capítulo
dos, nos señala cuatro condicionantes, para vivir en el temor del Señor. Todas
van precedidas por la conjunción SI, que “denota condición en virtud de la cual un concepto depende de otro u otros”[2].
Así que, en el texto (en
especial la Reina Valera 1960) hay cuatro condiciones que debe tener una
persona que quiera recibir la sabiduría de Dios, y por ende, caminar por la
senda del avivamiento. Estas cuatro condiciones, nos señalan claves para
mantener una vida avivada por el Espíritu de Dios: (1) la obediencia a la Palabra de Dios, (2) la humildad de corazón al seguir la prudencia, (3) la dependencia de la gracia de Dios, y (4)
el crecimiento continuo en el Señor.
1)
OBEDIENCIA (v. 1-2a)
Tres frases poéticas, avivan nuestra
imaginación para seguir la senda de la obediencia a la palabra de Dios. Observen
detenidamente, la forma en que se presentan el paralelismo proverbial:
Hijo mío, si
|
|
recibieres
|
mis palabras,
|
guardares dentro de ti,
|
mis mandamientos
|
haciendo estar atento tu oído
|
a la sabiduría
|
¿Cómo definir la obediencia?
Obediencia es recibir la palabra de Dios, guardar los mandamientos dentro del
corazón y hacer que nuestro desarrolle un “oír” solo la sabiduría de Dios. Para
desarrollar el temor al Señor, debemos obedecer a Dios; sin obediencia a la
palabra de Dios no hay temor al Señor; sin temor al Señor, no hay avivamiento
bíblico.
Una persona que vive bajo el temor
del Señor es una persona que obedece a la palabra del Señor. No es obediencia
motivada por el miedo al castigo, sino es una obediencia motivada por el amor a
Dios y el deseo de servirle con todo. Lo principal de la vida espiritual es ser
fieles en el cumplimiento de nuestros deberes y en negarnos a nosotros mismos.
En las dificultades necesitamos recurrir solamente a Jesucristo e implorar por
su gracia, con la cual todo se vuelve más fácil[3].
En eso consiste la verdadera obediencia que llevará por la senda del
avivamiento espiritual, que tanto queremos; una obediencia por cumplir
fielmente las Escrituras, y cuando no se puede, la disposición de ir a Cristo
Jesús, por su gracia para que nos fortalezca para seguir en el peregrinaje de
la fe.
¿Cómo lograr la obediencia a la
Palabra de Dios, y así, ver un avivamiento en nuestras vidas, familias, iglesia
y comunidad?
- Lee diariamente las Escrituras, preguntándote: ¿qué debo obedecer en este texto?
- Anota el texto o las verdades que debes obedecer, para estar recordándolo.
- Busca oportunidad para que vivas la verdad y así, desarrolles un estilo de vida obediente.
- Ora constantemente al Señor, para que tu vida se doble a la obediencia.
2)
HUMILDAD (v. 2b)
El segundo SI, nos señala que nuestro
una disposición del corazón que consiste en el conocimiento
de las propias limitaciones y debilidades, y en obrar de acuerdo con este
conocimiento[4];
en otras palabras, nos señala la humildad de corazón: “Si inclinares tu corazón a la prudencia”. En otras palabras,
debemos rendir, doblegar, inclinar nuestro corazón a la verdadera prudencia, o
verdad o sabiduría. Recuerden que en proverbio, la sabiduría es la
personificación de Jesucristo.
Todos necesitamos ser humildes y mansos de corazón, al imitar a Jesús
quien dijo: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”
(Mateo 11.29). Si queremos el temor del Señor en nuestras, debemos
doblegar nuestro orgulloso corazón, lleno de pecado y rendirlo ante “Cristo
poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:24).
La humildad es un asunto de madurez y crecimiento espiritual. Como el
escritor Michael V. Hernández lo ha descripción:
Ø Si
me agrada, es mío.
Ø Si
lo tengo en la mano, es mío.
Ø Si
puedo quitártelo, es mío.
Ø Si
lo tuve hace un rato, es mío.
Ø Si
es mío, que no se te ocurra que puede ser tuyo[5].
¿Cómo lograr ser humilde?
a)
Reconoce
que eres un pecador, con limitaciones y errores.
b)
Acude a
Cristo, para recibir ayuda.
c)
Pide perdón
por tus pecados.
d)
Interésate
por otros, para que tu corazón ame más, para seguir la senda de la humildad.
3)
DEPENDENCIA (v. 3)
“Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz”.
Noten el énfasis en clamar o dar voz, hay una indicación de que la sabiduría o
la prudencia vendrá a nuestras vidas, si lo pedimos, “y si alguno de vosotros tiene
falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada” (Santiago 1:5).
Para
reconocer, hay que reconocerse falto de algo y volverse al único que se le
puede dar. Esto implica una dependencia, en este caso de Dios. ¡Cuánto se
necesita del Espíritu Santo, para que avive nuestras vidas y así, sea Él quien
dirija el avivamiento en nuestra comunidad de fe! Fue Jesús quien dijo que el
Espíritu Santo vendría para guiarnos a toda verdad.
Juan 14:17 el Espíritu de verdad,
al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros
le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Juan 14:26 Mas el Consolador, el
Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las
cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan 15:26 Pero cuando venga el
Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual
procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Juan 16:13 Pero cuando venga el
Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su
propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas
que habrán de venir.
Por eso, un discípulo de Cristo se caracteriza
por depender del Espíritu Santo; para eso Él ha sido enviado por el Dios Padre
y Dios el Hijo. Si queremos un avivamiento del temor del Señor, en nuestras
vidas, nuestras familias, nuestra congregación y nuestra comunidad, necesitamos
buscar del Espíritu y depender de Él.
La
dependencia del Espíritu Santo implica que cada uno de nosotros oremos a Dios.
Todo avivamiento genuino ha iniciado por la dependencia, en oración, del
Espíritu Santo. La historia lo demuestra; durante diez días antes del día de
Pentecostés los apóstoles permanecieron en oración. Cuando Jonatán Edwards
predicó su famoso sermón sobre el tema: “Los pecadores en manos de un Dios
airado”, había pasado toda la noche anterior en oración. Los avivamientos más
notables de Carlos G. Finney eran aquellos en que Amós Clary y otros hombres
humildes lucharon en oración con Dios por el éxito de las reuniones. Dios vive
y todavía puede oír y contestar la oración del creyente fiel. ¿Quieres ver una
avivamiento? Debe incrementarse nuestra dependencia del Espíritu Santo.
4)
CRECIMIENTO (v. 4)
Por último, está el crecimiento. El proverbista lo expresó así: “Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares
como a tesoros”. ¿Cuál es
el propósito del avivamiento? Creo que el propósito de todo avivamiento es
volvernos a Dios y crecer en el conocimiento del Señor. Si la sabiduría es el
temor al Señor, todo avivamiento me lleva a crecer en sabiduría de la Palabra.
Una de las grandes tragedias de la iglesia contemporánea es el
analfabetismo bíblico. Vivimos en la era digital y de la información; pero, la
palabra de Dios no está en nuestros corazones y mentes, la llevamos en una USB,
en una DVD, está en nuestras computadora, la podemos oír o leer en línea. Hay
que hacer que todas estas herramientas podamos utilizarlas para que la palabra
de Dios inunde nuestras vidas. El avivamiento se da y prevalece en un ambiente
donde prevalece la lectura, el estudio, la memorización, la predicación, la
demostración y proclamación de la Palabra de Dios.
II PROMESA DE AVIVAMIENTO (vv. 2.5-10)
¿Cuál es la promesa del avivamiento
según nuestro Texto? Entender el temor del Señor y hallar el conocimiento de
Dios.
¡Póngale corazón, para que la gloria
de Dios nos inunde y ver un avivamiento en nuestras vidas, familias,
congregación y alrededor!
¡Te amaría Señor, no por las dádivas
celestiales, y te temería, no por el castigo eterno en el infierno; te amaría y
te temería solo por lo que Tú eres, mi Padre y mi Dios!
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