domingo, 31 de marzo de 2013

LA RESURRECCIÓN DE CRISTO


Lic. Maynor Miguel Agüero Obregón[1]
Texto: Lucas 24:1-9
1 El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas (Mt 28:1; Mr 16:1; Jn 20:1). 2 Y hallaron removida la piedra del sepulcro; 3 y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4 Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; 5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? 6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, (Mt 16:21; Mt 17:22; Mt 20:18; Mr 8:31; Mr 9:31; Mr 10:33; Lc 9:22; Lc 18:31) 7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. 8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras, (Jn 2:22) 9 y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás (Mt 28:8; Mr 16:10).

INTRODUCCIÓN
En estos días que estuve visitando a mis padres, estuve en casa de una tía. En el momento en que llegamos, les estaban dando la noticia que al esposo de mi tía, le descubrieron un cáncer en el hígado y le dieron un par de meses. La situación nos tiene conmocionada, porque los estragos del cáncer ya se están notando, por el gran deterioro en su salud y apariencia física.
Cuando tenemos que enfrentarnos a la muerte, la vida cambia. Hay una sensación de impotencia, frustración y desesperanza del porvenir. Todos los presentes, hemos experimentado lo mismo, al recibir una noticia similar ya sea por un familiar, amigo o conocido. La muerte siempre trae tristeza, dolor y la sensación de impotencia ante un enemigo tan poderoso y despiadado.
Al celebrar la Semana Santa, recordamos los momentos más difíciles, dolorosos y tristes de la historia cósmica. El Hijo de Dios, el Creador de la vida iniciaba sus últimos días en la tierra, y se dirigía a cumplir con su obra redentora, en la cruz. ¡Cuánto sufrimiento y dolor, padeció Jesús por nuestros pecados! El único que ha plasmado muy bien esto, ha sido el profeta Isaías, al llamarlo varón de dolores. En Isaías 53, está toda una descripción de los horrores de esta semana de Jesús. Después de su muerte en la cruz, el universo completo, se sumergió en un luto; Dios está en silencio, Su Hijo pende muerto en la cruz. La creación entera está en shock, su Señor y Rey, ha muerto.
Los siguientes días, son los más sombríos de la historia. Pero, al tercer día, Jesucristo resucita. Su muerte y resurrección, cambio toda la historia y el destino de la humanidad. Al salir de la tumba venció a los principados, a las potestades, al infierno y al mismo enemigo (Colosenses 2:12). La tumba está vacía y Él sale como el vencedor, para reinar por siempre.
La resurrección de Cristo es central a nuestra fe, no solo como una doctrina; sino como fundamento de nuestra fe: Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1 Corintios 15:13-14). Por eso, es vital que tengamos claro que la resurrección debe ser importante en nuestras vidas; más cuando nuestro mundo post-moderno está señalando al cristianismo, como una religión igual a las demás, sin vida ni esperanza. Cuando la resurrección señala exactamente eso, señala la nueva vida en Cristo, que Él logró con su muerte y confirmada en Su resurrección. Señala la esperanza de vida eterna que los que han nacido de nuevo, disfrutan tanto en esta vida como la venidera; donde la resurrección de Cristo, es el anticipo de esa esperanza.
La resurrección de Jesucristo convirtió a unos humildes, insignificantes y despreciados hombres, en los más valientes mártires, héroes y revolucionarios de la historia. ¿Cómo lograron cambiar su mundo, siendo insignificantes? ¿Qué significó, para ellos, la resurrección de Su Señor?
Hay cinco afirmaciones sobre la resurrección de Cristo, que hicieron que los primeros creyentes lograran hace el impacto en su mundo y que creo, nos darán la confianza en Dios, para ver nuestro mundo rendido a los pies de Cristo resucitado.

1)  LA RESURRECCIÓN DE CRISTO CUMPLIÓ LAS PROFECÍAS Y LAS MISMAS PALABRAS DE JESÚS
La resurrección de Jesús no fue el plan B, siempre fue el plan de Dios, para redimir a Su pueblo. Las profecías que hablan de la llegada de un Mesías, también hablan de que moriría y resucitaría. Observemos lo que las profecías antiguotestamentario dice:
Isaías 53:7  
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Daniel 9:24; 26  
(9:24) Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
(9:26) Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.

Salmos 16:10  
Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
Estos pasajes bíblicos, traen a la memoria un hecho innegable, la muerte de Jesús fue el plan de Dios, para redimir a Su pueblo. La paga del pecado es la muerte, así que en Cristo Jesús, el cordero sacrificial de Dios, los pecados de sus hijos fueron llevados para redimirlos.
Además, los textos del Nuevo Testamento evidencia el cumplimiento de las profecías sobre la muerte y la resurrección de Jesucristo. El mismo Señor Jesús lo predijo:
 Mateo 16:21; 17:23
(16:21) Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
(17:23) y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera.
Observen que Él mismo dijo que moriría, pero resucitaría al tercer día. Y así pasó. Jesús mismo declaró su naturaleza y misión, con estas palabras: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25). Aunque tenga que morir, el dador de vida, volvería de la muerte, para dar vida a todos los que crean en Él.
La resurrección es el cumplimiento de la promesa hecha a los profetas: “viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción” (Hechos 2:31), “y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras (1 Corintios 15:4). Estas profecías, fueron afirmadas por el mismo Cristo, de que la muerte no tendría ya más poder sobre la vida, como bien lo declaró el Apóstol Pablo: ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15:55-57).
La resurrección es la mejor demostración de la fidelidad de Dios, a sus promesas de redención. Debemos celebrar y anunciar la resurrección, porque Dios es fiel a Su Palabra. Nuestras vidas son una demostración de la fidelidad de Dios; por eso, debemos vivir agradecidos con lo que Él hizo, está haciendo y hará por nosotros.

2)  LA RESURRECCIÓN DE CRISTO, FUE EL SELLO DE DIOS PADRE SOBRE LA OBRA REDENTORA DE JESÚS
La muerte de Cristo Jesús nos dio la redención; pero, la resurrección fue el sello de confirmación de dios el Padre, sobre lo que Cristo Hijo. Así lo escribió el Apóstol Pablo:
Romanos 1:4
Que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
Sin la resurrección, la muerte de Cristo sería una muerte de mártir; otro más, en la larga lista de ejecutados por los romanos, con el visto bueno de los judíos. Sin la resurrección, todo que Jesús dijo e hizo, sería un simple testimonio de un gran maestro o iluminado, que dijo cosas muy buenas e hizo grandes milagros.
La resurrección de Cristo, confirmó todas sus palabras, hechos y obra como el Hijo de Dios, el Mesías prometido y el único que podía vencer el poder del pecado. Jesús es el Hijo de Dios, el único que nos puede darnos vida eterna, ¿crees eso? ¿Has experimentado el poder resucitador de Cristo Jesús, en tu vida? ¿Cómo lo miras? Él fue declarado Hijo de Dios, y su resurrección lo señala.
Ahora, nuestras vidas deben convertirse en la nueva señal al mundo, de que Jesús sigue vivo y dando vida a todos los que se arrepienten de sus pecados y suplían misericordia a Dios, para recibir la gracia redentora. ¿Somos una señal al mundo, de la resurrección de Jesús?

3) LA RESURRECCIÓN DE CRISTO FUE LAS PRIMICIAS DE LA OBRA DE RESURRECCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN LOS CREYENTES
El pastor Andrew Sandlin lo expresó de esta manera: “El punto de la Resurrección no es que Jesús murió y se fue al cielo para que nosotros al morir podamos ir al cielo. El punto es que Jesús resucitó para resucitar - y redimir - a todo el cosmos”. Hay una gran relación entre la redención, lograda por la muerte de Cristo en la cruz, y la resurrección. La meta no es el cielo, sino la resurrección, o redención, de todo el orden creado.
En otras palabras, la resurrección de Cristo es la anticipación de lo que Dios quiere hacer en toda la creación. El pecado introdujo la muerte al mundo, pero, la resurrección de Cristo introdujo la vida eterna, “pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia” (Romanos 5:17). En la cruz, Cristo triunfó, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:14-15). La resurrección es la clara evidencia del triunfo de Cristo sobre la misma muerte y así, llevar vida a todo el cosmos.
Pero, la resurrección de Cristo fue la primicia de lo que Dios haría en los creyentes. El mismo poder que resucitó a Cristo, nos resucita a cada una de las personas que nacen de nuevo. Como bien lo dicen los escritores del Nuevo Testamento:
1 Corintios 15:20  
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Colosenses 1:18  
Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
Filipenses 3:10-11
10a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, 11si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
1 Pedro 1:3; 3:21  
(1:3) Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
(3:21) El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,
Cada uno de estos pasajes afirma la misma verdad. Si hemos nacido de nuevo, es porque el poder de la resurrección nos ha dado vida, cuando estábamos muertos en delitos y pecados (Efesios 2.1). Si el mismo poder que resucitó a Cristo, nos dio vida a nosotros, debemos vivir en esta nueva vida que Dios nos ha dado. ¿Cómo estamos viviendo? ¿Para Dios o para nuestros propios anhelos personales? ¿Cómo nos ven? ¿Cómo resucitados en Cristo, o como muertos en pecado? La forma en que vivimos, muestra si estamos vivos para Dios o no.

4)  LA RESURRECCIÓN DE CRISTO FUE EL PODER QUE IMPULSÓ LAS VIDAS, ESFUERZOS MISIONEROS Y EVANGELÍSTICOS DE LOS PRIMEROS CREYENTES, EN TODO EL MUNDO CONOCIDO
La resurrección no solo les dio vida, sino que los motivó a anunciar al mundo el mensaje redentor del resucitado. Observen estos pasajes, que describen las actividades evangelísticas de los primeros cristianos, que centraron su mensaje en la muerte y resurrección de Cristo.
Hechos 4:33; 17:18; 26:23; 2:1-47  
(4:33) Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
(17:18) Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección.
(26:23) Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
2 Corintios 13:4
Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.
El mensaje de los apóstoles y primeros cristianos fue muy sencillo, ser testigos de la resurrección de Cristo. Su mensaje, confirmado por su estilo de vida, fue claro: pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (2 Corintios 1:23-24). Y a Timoteo, Pablo le dijo estas palabras: Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio” (2 Timoteo 2:8).
Fueron los mejores testigos de Cristo resucitado. Para ellos evangelizar era ser testigo ante el mundo, de lo que Jesús hizo, al morir en la cruz y resucitar. Ellos fueron testigos al mundo, del mayor impacto de transformación en sus propias vidas, al tener la vida eterna. Estaban dispuestos a morir por Cristo, porque la muerte no tenía poder sobre ellos, porque para ellos “el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21).
Sus vidas son un testimonio del poder de la resurrección. Simples hombres y mujeres, cambiaron el mundo al ser testigos del mayor milagro: la resurrección de Cristo, transformando vidas. ¡Imagínense si los imitáramos! ¡Tendríamos este mundo de cabeza! Aquí, cabe una pregunta, ¿por qué no estamos volviendo el mundo al revés, para la gloria de Jesús?

5)  LA RESURRECCIÓN DE CRISTO PRODUJO ADORACIÓN EN LA COMUNIDAD DE LOS CREYENTES
Una de las características de la comunidad de discípulos es que cambiaron, paulatinamente, de tener el día de reposo del último día de la semana, al primer día de la semana. Esto para celebrar la resurrección de Cristo, en el primer día de la semana (Mateo 28:1; Marcos 16:2, 9; Lucas 24:1; Juan 20:1). A partir de ese momento, los discípulos empezaron a reunirse el primer día de la semana (Hechos 20:7; 1 Corintios 16:2; Apocalipsis 1:10).
La Confesión de Fe de Westminster explica muy bien cómo los primeros cristianos, hicieron el cambio del “sábado” al “domingo”.
Así como es la ley de la naturaleza que en lo general una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios; así en su palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él; el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, fue el último día de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado el primer día de la semana, al que se le llama en las Escrituras día del Señor y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano[2].
Como se puede notar, los primeros cristianos dejaron el “sábado”, para empezar a celebrar en el primer día de la semana, la resurrección de Jesucristo. Así, la adoración es el resultado de la celebración de los cristianos ante la resurrección de Cristo. El cambio fue radical, dejaron de celebrar como judíos, para celebrar como hijo de Dios, al adorar en espíritu y verdad (Juan 4:23-24).
La adoración a Jesús es una característica de los que han sido resucitados por Dios. ¿Es nuestra vida, una vida de adoración al Cristo resucitado? ¿Puede el mundo observar nuestra adoración a Jesús, y glorificar a Dios?

CONCLUSIÓN
En todo el mundo se celebra la Semana Santa; pero, creo que solo celebran el poder de la muerte sobre Jesús; porque el triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte, fue confirmado con la resurrección, y es poco lo que se ve de la vida de Cristo en las personas celebrantes. Debemos vivir en la nueva vida, en la resurrección que Dios nos da, por su Santo Espíritu. Si Él me ha resucitado, entonces le pertenezco solo a Cristo, y debo vivir por y para Él.
¿Estamos mostrando o dejando manifestar, el poder de la resurrección en nuestras vidas, para llevar esperanza y vida, a un mundo lleno de desesperanza y muerte? Actualmente, Dios quiere que seamos los nuevos testigos, de lo que Dios puede hacer en las vidas de las personas. ¿Cómo estás viviendo, mostrando el poder de la muerte (estás en el viernes santo), o estás mostrando el poder de la resurrección (estás viviendo en el domingo)?
Tenemos suficiente razones para vivir nuestra fe, frente a un mundo que está en desesperanza y sumergido en la muerte. Nuestro deber es proclamar las buenas nuevas de la resurrección de Jesucristo, Dios será fiel a la promesa hecha en su palabra, y este mundo necesita la demostración y la proclamación del mensaje redentor de que Cristo da vida en abundancia, a todo aquel que se arrepienta de sus pecados y viva en obediencia a Él. Solo así cambiará nuestro mundo. –SDG!


[1] Pastor-maestro en la Iglesia Ministerios Centro Cristiano de Cartago.
[2] Williamson, G. I. (2003). La Confesión de Fe de Westminster. Pennsylvania, EEUU: El Estandarte de la Verdad, pág. 256.

sábado, 23 de marzo de 2013

LA ORACION QUE PROVOCAN AVIVAMIENTO


INTRODUCCIÓN
Una de las disciplinas espirituales que más se ha extendido es la oración. No importa el trasfondo religiosos que tenga una persona, la oración es la práctica que más van a tener en común. La oración, pues, es una práctica religiosa universal y frecuente,… y esto es así porque la oración es una tendencia natural, propia del ser humano[1]; porque fuimos creados para tener comunión con Dios. Incluso, hay una celebración del Día Mundial de Oración, que se realiza el 1 de marzo de cada año[2].
Pero, a pesar de la gran importancia que tiene la oración en la vida espiritual de una persona, ¿qué hace la diferencia entre la oración de un verdadero discípulo de Cristo, del resto de expresiones de oración de otras personas, que no han nacido de nuevo? ¿Podremos afirmar que todo discípulo de Cristo, tiene una vida de oración saludable?
Mi experiencia que dice que una de las áreas de mayor debilidad entre los cristianos es la oración; la razón es que no comprender bien qué es y cómo debe practicarse. Así, que les compartiré lo que es la oración; luego, daremos un vistazo al contexto de pasaje en estudio, para analizar brevemente, la oración apostólica como un marco bíblico para comprender la oración que trae avivamiento.

¿QUÉ ES ORACIÓN?
Es una pregunta no tan sencilla de contestar, porque hablar de la oración es como hablar de respirar, se puede definir con las mejores palabras, pero si una persona deja de respirar ha muerto. Por más que conceptualicemos la oración, pero si no la practicamos vamos a morir espiritualmente.
Así, que este es un intento por clarificar un concepto, que se debe llevar a la práctica. La oración es un diálogo con Dios. Es en dos vías: yo hablo, Él me escucha; yo escucho, Él me habla. También, podemos decir que “orar es cambiar, la oración es la avenida principal que Dios usa para transformarnos. Cuanto más cerca lleguemos del corazón de Dios tanto más comprenderemos nuestra necesidad y desearemos conformarnos a Cristo[3]”.
La oración es muy importante en nuestra vida espiritual. Déjeme darles cuatro razones para que usted aprende y practique la disciplina diaria de la oración:
La oración promueve nuestro crecimiento espiritual, y si se le añade el estudio bíblico, creceremos más.
La oración trae poder a nuestro trabajo para el Señor.
La oración ayuda a la conversión de otras personas.
La oración trae bendición a la iglesia[4].

CONTEXTO DEL HECHOS 4:23-31
En el libro de Hechos, hay registradas algunas oraciones, antes de nuestro pasaje, solo se encuentra la oración para la elección del sustituto de Judas (Hechos 1:24-25). Solo hay la mención de que oraban juntos (Hechos 2.1, 46-47). Es hasta el capítulo cuatro, donde parece una oración apostólica, la cual es la reacción de los discípulos a la situación que estaban viviendo.
Pero, ¿qué está pasando en la vida de la primera iglesia? ¿Cómo viven su nueva fe, en Cristo Jesús? ¿Qué los llevó a orar así? Hay que mencionar que ellos experimentaban su fe, en medio de sus quehaceres cotidianos. Es en esa cotidianidad, donde tuvieron la oportunidad de mostrar y testificar de la gracia de Dios, al pueblo. Observemos algunos de los momentos, previos al tiempo de oración de los apóstoles, descrita en los capítulos 3 y 4.
Juan y Pedro cura el cojo, en el pórtico de Salomón, provocando asombro entre la multitud reunida en el templo (Hechos 3:1-10).
Seguido, Pedro da su segundo mensaje, que es una apología del milagro y mensaje evangelístico, ante la multitud (Hechos 3:11-26).
Esto provoca la envidia de los líderes religiosos, y los mandan a encerrar y son presentados ante el concilio, donde al no encontrar razón alguna de condena son liberados, bajo amenaza de no seguir predicando de Cristo Jesús (Hechos 4:1-22).
Pero, el pueblo estaba glorificando a Dios, por lo que se había hecho (Hechos 4:21).
¿Qué hubieras hecho, ante la amenaza de los líderes religiosos y políticos? ¿Cuál sería tu respuesta, si fueras uno de estos discípulos? Las reacciones humanas habituales, pueden ser dos. Una es obedecer la orden judicial, y decir que es mejor hacerlo de otra manera; aquí entran los razonamientos humanos, en vez de oír a Dios. La otra posibilidad es dejarse llevar por el temor y no volverlo a intentar porque lleva mucha oposición. Aquí se está oyendo al miedo, en vez de oír a Dios.
¿Cuál debe ser nuestra reacción ante circunstancias fuera de nuestro control? La oración que este grupo de discípulos hizo, nos darán algunas de las características que debe tener una oración dirigida a Dios, para que Él intervenga.

CARACTERÍSTICAS DE LA ORACIÓN DE LOS APÓSTOLES
¿Qué hicieron estos discípulos? Buscaron el consejo del Señor en oración. La oración los unión e hizo que sus deseos más profundos se alinearan a la voluntad de Dios. El contenido, o sea lo que oramos, de nuestras oraciones muestran la compresión bíblico-teológica que tenemos de quién es Dios y cómo Él interviene en nuestra realidad.
Los apóstoles habían demostrado osadía, ante del tribunal; ahora estaban mostrando su osadía en oración, delante del juez del universo. Aquí notamos una clara comprensión de la naturaleza y obra de Dios; y lo que aprendemos de esta oración, nos puede ayudar a orar para ver un avivamiento en nuestras vidas, familias, congregación y en la ciudad.

Apelaron al Soberano: La palabra griega es despotes (δεσπότης, G1203), uno que tiene posesión absoluta y poder sin control alguno[5]; término utilizado para los propietarios de esclavos y para gobernantes que ostentaban poder incuestionable[6]. Los discípulos sabía ante quién apelaban: el Dios Soberano, Señor absoluto y Dueño de todo.
Cuando oramos, lo debemos hacer con el claro entendimiento y convicción, que estamos delante del Soberano de toda la tierra, y que nuestra actitud debe ser de humillación y reverencia. Pero, a la vez, nos acercamos a nuestro Señor y Padre, por lo cual debemos acercarnos con un corazón llevo de amor y deseos de estar con Él.

Apelaron a la soberanía de Dios: Antes de hacer alguna petición, llenaron sus mentes con pensamientos sobre la soberanía de Dios.
Él es el Dios de la creación, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay.
Él es el Dios de la revelación, que por medio del Espíritu Santo, habló a través de la boca del rey David: que por boca de David tu siervo dijiste. El texto orado, por los discípulos, es el Salmo 2 ya reconocido salmo mesiánico, que predice la oposición del mundo ante la llegada del legítimo Rey soberano, Cristo; y cómo se van a sublevar , a rebelarse y conspirar contra el Ungido del Señor.
Él es el Dios de la historia, que ha logrado que hasta sus enemigos (Herodes y Pilatos, los gentiles y los judíos) hagan cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.
Así era, entonces, cómo concebía la iglesia primitiva a Dios, el Dios de la creación, de la revelación y de la historia, cuyas acciones características se sintetizan en los tres claves: crear (v.24), decir o hablar (v.25) y determinar o decidir (v.28)[7].
Una correcta idea de Dios, por puede ayudar a orar al Dios que ha creado todo, y por lo tanto, soy una de sus creaciones; que este Dios ha hablado, y por lo tanto, debo oírlo; que este Dios ha decidido ejecutar su plan eterno, y soy parte de él.

Ahora, hacen sus peticiones: Con la visión clara acerca de Dios, humillándose ante él, ya están listos para orar. Hay tres peticiones que hacen, las cuales tiene que ver con la situación particular que están viviendo.
Señor, mira sus amenazas. No pidieron que fueran librados de las amenazas, ni que sus enemigos fueran eliminado. Solo piden que Dios tome encuentra las amenazas, que las tuviera presente.
Concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra. Ahora, piden, como esclavos (en griero doulos) de Dios, proclamar la palabra sin miedo ni temor a nadie. En otras palabras, estaban pidiendo el valor suficiente para enfrentarse al concilio, que los había amenazado, predicando de Cristo.
Extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. También, piden que Dios extienda su mano para hacer milagros de misericordia, y no milagros de venganza o destrucción, como bajar fuego del cielo[8]. Los próximos episodios son la respuesta a lo que pidieron aquí, y el avivamiento llegó a Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra (Hechos 1.8).

CONCLUSIÓN
¿Cuál fue la respuesta de Dios, a la oración unida y sincera de estos discípulos? El texto hace referencia a tres manifestaciones:
El lugar en que estaban congregados tembló.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo.
Hablaban con denuedo la palabra de Dios.  
Una forma de llamar a este respuesta divina es avivamiento. Sus vidas fueron sacudidas por la presencia de Dios, fueron llenos del Espíritu Santo y fueron a hacer la obra de Dios, predicando la palabra.
Esta oración es no apta para personas que están cómodas con sus vidas y sus planes; es no apta, para personas que no están dispuestas a rendirse a Dios y ser llenos por el Espíritu Santo; es no apta, para personas que solo son oidores olvidadizos y no desean hablar con insistencia, la palabra de Dios. ¿Quieres un avivamiento en tu vida, tu familia, en la iglesia y a nuestro alrededor? Hay que estar dispuesto a encontrarnos cara a cara con Dios, y que Él nos transforme. SDG

Lic. Maynor Agüero Obregón, es pastor-maestro en la iglesia Ministerios Centro Cristiana de Cartago, y Director General del Centro Educativo Semillas, una institución de educación preescolar, primaria y secundaria, con principios bíblicos.



[1] Deiros, Pablo (2007). La oración de poder. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Certeza Argentina, pág. 15.
[2] Para más información, puede visitar el sitio http://www.diamundialdeoracion.com.py/
[3] Foster, Richard (2009). Celebración de la disciplina: hacia una vida espiritual más profunda. Buenos Aires: Editorial Peniel, pág. 51.
[4] Torrey, R.A. (2006).Cómo orar. Buenos Aires: Editorial Peniel, pág. 27-33.
[5] “Soberano”. Diccionario VINE de palabras del A.T. y N.T.
[6] Stott, J. (2010). El mensaje de Hechos. 1a edición, Buenos Aires: Certeza Unida, pág. 111.
[7] Ídem, pág. 111.
[8] Ídem, pág. 112.

martes, 12 de marzo de 2013

AVIVAMIENTO SEGÚN PROVERBIOS 2


Texto: Proverbios 2:1-10
INTRODUCCIÓN
Les compartiré mi experiencia con el temor del Señor, cuando me caí de un caballo a la edad de 10 años…
Según el trasfondo religioso, así va a ser la descripción que se haga de Dios. Y por lo tanto, de lo que significa el temor del Señor. Si la idea que se tenga del temor del Señor es contraria a la Biblia, no hablará verdadero avivamiento, porque el avivamiento es cuando a las personas se les aviva o cobrar vida, vigor[1], gracias a la obra del poder del Espíritu Santo. Un avivamiento es cuando las personas tienen verdadero temor del Señor. El verdadero avivamiento bíblico no es un momento ni un “experiencia religiosa”, es un proceso de transformación diario y continuo delante del Señor, donde dejo de amar el pecado, para amar la sabiduría de Dios.
El temor del Señor conlleva un avivamiento, y todo avivamiento fomenta el temor al Señor como estilo de vida. Ambos están unidos y no se pueden separar. ¿Puede una falsa idea de temor del Señor producir avivamiento? Definitivamente no. ¿Qué dice el libro de Proverbios sobre el temor del Señor? Aquí algunos de los textos que muestran como el temor del Señor, es clave para una vida de sabiduría.
Pro. 1:7  El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Amonestaciones de la Sabiduría
Pro. 2:5  Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
Pro. 8:13  El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
Pro. 9:10  El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
Pro. 10:27  El temor de Jehová aumentará los días; Mas los años de los impíos serán acortados.
Pro. 14:26  En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.
Pro. 14:27  El temor de Jehová es manantial de vida Para apartarse de los lazos de la muerte.
Pro. 15:16  Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación.
Pro. 15:33  El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.
Pro. 16:6  Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.
Pro. 19:23  El temor de Jehová es para vida, Y con él vivirá lleno de reposo el hombre; No será visitado de mal.
Pro. 22:4  Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
Pro. 23:17  No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;
El libro es Proverbios está escrito para que los lectores, busquen la sabiduría divina y así, vivieran en el temor del Señor. Cuando esto se diera, el avivamiento genuino se dará. Proverbios es un texto al que debemos ir, para ajustar nuestras vidas a la verdad de Dios.

CLAVES PARA EL AVIVAMIENTO (vv.1-4)
Nuestro texto de Proverbios nos ayudará a comprender cuales son las claves para vivir en el temor del Señor. Todo el libro es una exhortación de poesía hebrea, para enseñar a vivir sabiamente o sea, a vivir en el temor del Señor. En el capítulo dos, nos señala cuatro condicionantes, para vivir en el temor del Señor. Todas van precedidas por la conjunción SI, que “denota condición en virtud de la cual un concepto depende de otro u otros”[2].
Así que, en el texto (en especial la Reina Valera 1960) hay cuatro condiciones que debe tener una persona que quiera recibir la sabiduría de Dios, y por ende, caminar por la senda del avivamiento. Estas cuatro condiciones, nos señalan claves para mantener una vida avivada por el Espíritu de Dios: (1) la obediencia a la Palabra de Dios, (2) la humildad de corazón al seguir la prudencia, (3) la dependencia de la gracia de Dios, y (4) el crecimiento continuo en el Señor.

1)          OBEDIENCIA (v. 1-2a)
Tres frases poéticas, avivan nuestra imaginación para seguir la senda de la obediencia a la palabra de Dios. Observen detenidamente, la forma en que se presentan el paralelismo proverbial:
Hijo mío, si
recibieres
mis palabras,
guardares dentro de ti,
mis mandamientos
haciendo estar atento tu oído
a la sabiduría
¿Cómo definir la obediencia? Obediencia es recibir la palabra de Dios, guardar los mandamientos dentro del corazón y hacer que nuestro desarrolle un “oír” solo la sabiduría de Dios. Para desarrollar el temor al Señor, debemos obedecer a Dios; sin obediencia a la palabra de Dios no hay temor al Señor; sin temor al Señor, no hay avivamiento bíblico.
Una persona que vive bajo el temor del Señor es una persona que obedece a la palabra del Señor. No es obediencia motivada por el miedo al castigo, sino es una obediencia motivada por el amor a Dios y el deseo de servirle con todo. Lo principal de la vida espiritual es ser fieles en el cumplimiento de nuestros deberes y en negarnos a nosotros mismos. En las dificultades necesitamos recurrir solamente a Jesucristo e implorar por su gracia, con la cual todo se vuelve más fácil[3]. En eso consiste la verdadera obediencia que llevará por la senda del avivamiento espiritual, que tanto queremos; una obediencia por cumplir fielmente las Escrituras, y cuando no se puede, la disposición de ir a Cristo Jesús, por su gracia para que nos fortalezca para seguir en el peregrinaje de la fe.
¿Cómo lograr la obediencia a la Palabra de Dios, y así, ver un avivamiento en nuestras vidas, familias, iglesia y comunidad?
  • Lee diariamente las Escrituras, preguntándote: ¿qué debo obedecer en este texto?
  • Anota el texto o las verdades que debes obedecer, para estar recordándolo.
  • Busca oportunidad para que vivas la verdad y así, desarrolles un estilo de vida obediente.
  • Ora constantemente al Señor, para que tu vida se doble a la obediencia.


2)          HUMILDAD (v. 2b)
El segundo SI, nos señala que nuestro una disposición del corazón que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades, y en obrar de acuerdo con este conocimiento[4]; en otras palabras, nos señala la humildad de corazón: “Si inclinares tu corazón a la prudencia”. En otras palabras, debemos rendir, doblegar, inclinar nuestro corazón a la verdadera prudencia, o verdad o sabiduría. Recuerden que en proverbio, la sabiduría es la personificación de Jesucristo.
Todos necesitamos ser humildes y mansos de corazón, al imitar a Jesús quien dijo: Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas (Mateo 11.29). Si queremos el temor del Señor en nuestras, debemos doblegar nuestro orgulloso corazón, lleno de pecado y rendirlo ante Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios(1 Corintios 1:24).
La humildad es un asunto de madurez y crecimiento espiritual. Como el escritor Michael V. Hernández lo ha descripción:
Ø  Si me agrada, es mío.
Ø  Si lo tengo en la mano, es mío.
Ø  Si puedo quitártelo, es mío.
Ø  Si lo tuve hace un rato, es mío.
Ø  Si es mío, que no se te ocurra que puede ser tuyo[5].
¿Cómo lograr ser humilde?
a)       Reconoce que eres un pecador, con limitaciones y errores.
b)       Acude a Cristo, para recibir ayuda.
c)        Pide perdón por tus pecados.
d)       Interésate por otros, para que tu corazón ame más, para seguir la senda de la humildad.

3)          DEPENDENCIA (v. 3)
Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz. Noten el énfasis en clamar o dar voz, hay una indicación de que la sabiduría o la prudencia vendrá a nuestras vidas, si lo pedimos, “y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada (Santiago 1:5).
Para reconocer, hay que reconocerse falto de algo y volverse al único que se le puede dar. Esto implica una dependencia, en este caso de Dios. ¡Cuánto se necesita del Espíritu Santo, para que avive nuestras vidas y así, sea Él quien dirija el avivamiento en nuestra comunidad de fe! Fue Jesús quien dijo que el Espíritu Santo vendría para guiarnos a toda verdad.
Juan 14:17  el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Juan 14:26  Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan 15:26  Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Juan 16:13  Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
 Por eso, un discípulo de Cristo se caracteriza por depender del Espíritu Santo; para eso Él ha sido enviado por el Dios Padre y Dios el Hijo. Si queremos un avivamiento del temor del Señor, en nuestras vidas, nuestras familias, nuestra congregación y nuestra comunidad, necesitamos buscar del Espíritu y depender de Él.
La dependencia del Espíritu Santo implica que cada uno de nosotros oremos a Dios. Todo avivamiento genuino ha iniciado por la dependencia, en oración, del Espíritu Santo. La historia lo demuestra; durante diez días antes del día de Pentecostés los apóstoles permanecieron en oración. Cuando Jonatán Edwards predicó su famoso sermón sobre el tema: “Los pecadores en manos de un Dios airado”, había pasado toda la noche anterior en oración. Los avivamientos más notables de Carlos G. Finney eran aquellos en que Amós Clary y otros hombres humildes lucharon en oración con Dios por el éxito de las reuniones. Dios vive y todavía puede oír y contestar la oración del creyente fiel. ¿Quieres ver una avivamiento? Debe incrementarse nuestra dependencia del Espíritu Santo.

4)          CRECIMIENTO (v. 4)
Por último, está el crecimiento. El proverbista lo expresó así: Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros.  ¿Cuál es el propósito del avivamiento? Creo que el propósito de todo avivamiento es volvernos a Dios y crecer en el conocimiento del Señor. Si la sabiduría es el temor al Señor, todo avivamiento me lleva a crecer en sabiduría de la Palabra.
Una de las grandes tragedias de la iglesia contemporánea es el analfabetismo bíblico. Vivimos en la era digital y de la información; pero, la palabra de Dios no está en nuestros corazones y mentes, la llevamos en una USB, en una DVD, está en nuestras computadora, la podemos oír o leer en línea. Hay que hacer que todas estas herramientas podamos utilizarlas para que la palabra de Dios inunde nuestras vidas. El avivamiento se da y prevalece en un ambiente donde prevalece la lectura, el estudio, la memorización, la predicación, la demostración y proclamación de la Palabra de Dios.

II         PROMESA DE AVIVAMIENTO (vv. 2.5-10)
¿Cuál es la promesa del avivamiento según nuestro Texto? Entender el temor del Señor y hallar el conocimiento de Dios.
¡Póngale corazón, para que la gloria de Dios nos inunde y ver un avivamiento en nuestras vidas, familias, congregación y alrededor!
¡Te amaría Señor, no por las dádivas celestiales, y te temería, no por el castigo eterno en el infierno; te amaría y te temería solo por lo que Tú eres, mi Padre y mi Dios!


[1] “Avivar”. Diccionario de la Real Academia Española.
[2] “Si”. Diccionario de la Real Academia Española.
[3] Hermano Lorenzo (2006). La práctica de la presencia de Dios. Editorial Peniel, pág. 23
[4] “Humildad”. Diccionario de la Real Academia Española.
[5] Maxwell, John (2010). El poder de las relaciones. Grupo Nelson, pág. 33-34.

SERMONES DE PEDRO

INTRODUCCIÓN En los anteriores sermones se ha explorado la forma en que los discípulos de Jesús se desarrollaron como una comunidad unid...